El economista jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI), Olivier Blanchard, cree que el peor escenario posible en la crisis europea está "ahora más lejos que antes".
Blanchard alertó ayer en una conferencia en el Carnegie Endowment for International Peace, en Washington, de que los problemas derivados de un ajuste fiscal agresivo podrían afectar al crecimiento. Las medidas tomadas por las autoridades europeas han sido, afirmó con cautela, "más lentas de lo esperado, pero más rápidas de lo temido".
No obstante, destacó su preocupación por los problemas generados por la píérdida de competitividad mostrada por países como España o Italia, que pueden ser agravados por el agresivo ajuste fiscal puesto en marcha por los nuevos Gobiernos en Roma y Madrid.
Respecto a Grecia, la actual negociación sobre la quita de la deuda por parte de los acreedores privados parece que "va a ser muy grande", por lo que "va a llevar un tiempo que Grecia vuelva a los mercados".
La banca privada y el Gobierno de Atenas lleva semanas negociando una condonación de la deuda griega que podría situarse entre el 50% y el 70%, condición previa al desbloqueo del nuevo paquete de rescate internacional del Banco Central Europeo, el FMI y la Unión Europeo de 130.000 millones de dólares.
"No hay ningún secreto aquí, o bien elevas la productividad en gran medida y de manera rápida para mantener la subida de los salarios o tienes que rebajarlos", afirmó Blanchard. Además, recordó que las reformas estructurales "toman un tiempo en consolidarse y mostrar sus efectos".
Las últimas previsiones del FMI sitúan a la zona euro en recesión, arrastrada por las economías italiana y española, que afrontan crecimientos negativos en los próximos dos años. En el resto del mundo, Blanchard reiteró que el peso de crecimiento seguirá en manos de las economías emergentes, especialmente de China, que aunque han rebajado algo sus perspectivas de crecimiento por la ralentización de la demanda aún muestran datos positivos.