Juan Luís Arregui ha vuelto a darse otros seis meses para liquidar sus derivados sobre Grupo Empresarial Ence. El presidente de la compañía papelera ha extendido la fecha de ejercicio de venta de una serie de opciones put por cinco millones y medio de acciones, con una píérdida latente de más de 35 millones de euros.
La operación se remonta al 10 de enero de 2008 cuando el mayor accionista de Ence –tiene el 22%- cuatro opciones put de venta a razón de 780.000 títulos, un millón, y dos paquetes de 1,5 millones. El precio de ejercicio del primer paquete era de 7,45 euros; el del segundo, de 9,04 euros, y el de los últimos, a 8,96 y 9,4 euros, respectivamente. La fecha de vencimiento era el 15 de enero de 2010, momento en el que la cotización de Ence cotizaba a 3,10 euros. Debido a esa sustancial píérdida, Arregui, una de las grandes fortunas del país, acordó con la contraparte del derivado ampliarlo hasta el 15 de enero de 2011.
Hace justo un año, el que fuera vicepresidente de Iberdrola volvió a repetir la jugada porque Ence se pagaba en bolsa a 2,3 euros. Por tanto, la diferencia con el precio medio de ejercicio -8,72 euros- era de cerca de un 67%. Ante tal situación, negoció un año más para atender sus compromisos. Lo renovó hasta el 13 de enero de 2012, aunque por un número mayor de títulos, 5,46 millones, frente a los 4,78 iniciales. Eso si, a un precio medio de 7,65 euros, un 15% inferior.
Hace poco más de dos semanas, Arregui repitió por tercera vez un movimiento que se conoce en el mundo financiero como un roll over, cierre de un vencimiento y apertura de uno nuevo. La diferencia con los anteriores es que la fecha de expiración es de apenas seis meses, ya que los derivados vencen el 13 de julio de este año.
Autocartera
Ni Arregui ni Alberto Alcocer y Alberto Cortina (los Albertos) han tenido suerte con su inversión en Ence. Desde que en 2006 comenzaron su escalada accionarial desde el 12% que tenían cada uno de ellos hasta el 20% que sostienen ahora, el grupo ha sufrido un desplome tanto en su cuenta de resultados como en bolsa. Su situación llegó a ser tan crítica que en 2009 suspendió el pago del dividendo por primera vez en su historia.
En 2009 tuvo que hacer una ampliación de capital de 130 millones de euros para reforzar sus recursos propios. El precio de la ampliación fue de 1,56 euros por título, muy lejos de los 9 euros que llegaron a pagar los Albertos cuando pugnaban con Arregui por ser el mayor accionista. Los dueños de Ence decidieron a finales de 2010 poner el grupo en manos de Ignacio de Colmenares, un directivo cuyo último cargo fue primer ejecutivo de Isofotón, una empresa que se libró de la quiebra en el último minuto.
La mala evolución de Ence provocó que el equipo directivo perdiera el plan de opciones sobre acciones, que vencía en 2010. Como el precio de ejercicio superaba los 4 euros por acción, la dirección de la compañía acordó cambiarlo por uno nuevo a un precio de 2,44 euros y con fecha final en 2015. La evolución del grupo ha mejorado sensiblemente, lo cual permitió repartir un jugoso dividendo contra los resultados de 2010. No obstante, la acción apenas la ha recogido, ya que acumula un descenso de alrededor del 20% en los últimos doce meses pese a las fuerte compras de autocartera (tiene el 6,7%).