Grecia latió con fuerza en el corazón de Bruselas. El país heleno se la jugaba en el día de ayer. A pesar de que los partidos griegos han logrado un acuerdo para intentar desbloquear el segundo paquete de ayudas de 130.000 millones de euros, los ministros de la eurozona exigieron tomar garantías adicionales, entre otras aumentar los recortes por un valor de 325 millones de euros para 2012.
El presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, ha convocado una nueva reunión para el próximo miíércoles 15 de febrero con el objetivo de tratar de dar luz verde al plan de asistencia si Grecia cumple los nuevos requisitos.
Las condiciones, según ha relatado Juncker, son tres: que el Parlamento griego haya ratificado previamente el plan de ajuste, que el Gobierno heleno identifique ajustes adicionales por valor de 325 millones de euros para 2012 y que los líderes políticos del país aporten "garantías sólidas" de que aplicarán los ajustes sea quien sea quien gobierne.
Los 325 millones corresponden al recorte que la 'troika' de la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) había reclamado a las pensiones más bajas y que los líderes políticos han rechazado. "Es un prerrequisito crucial para poder hacer más progresos", ha indicado Juncker.
Además, los ministros han pedido a la Comisión que presente nuevas propuestas para reforzar la vigilancia sobre Grecia y controlar mejor que las autoridades helenas cumplan lo prometido. "No habrá más pagos antes del cumplimiento (de los ajustes). No podemos vivir en un sistema en el que se hacen promesas y se repiten una y otra vez pero las medidas de aplicación son demasiado díébiles", ha asegurado el presidente del Eurogrupo.
Por su parte, el ministro de Economía de España, Luis De Guindos, confió ayer en que se pueda alcanzar un acuerdo sobre la deuda de Grecia, aunque advirtió de que una quiebra del país heleno podría traer efecto contagio a otros países, incluido España. En su opinión, Grecia es un problema político, no económico, ya que el Gobierno griego no ha hecho todo lo que tenía que haber hecho.
Acuerdo dentro del Gobierno
Las negociaciones en Atenas se han retrasado en las últimas semanas por las fuertes disensiones entre los partidos políticos griegos. Finalmente, ayer se logró llegar a un pacto dentro de la coalición de Gobierno en Grecia, en el que se logró desviar 300 millones de euros en ajustes previstos en el sistema de pensiones a un mayor recorte en el Ministerio de Defensa.
El acuerdo del gobierno griego incluye una serie de reformas estructurales para favorecer el crecimiento del PIB, la creación de empleo y la mejora de la competitividad de la economía griega.
Además obliga al Gobierno griego a reducir 15.000 empleos públicos en 2012, dentro de un plan para llegar hasta una reducción total de 150.000 puestos de trabajo hasta 2015. El salario mínimo será reducido un 22%, hasta los 585 euros mensuales brutos, y para los jóvenes de menos de 25 años, un 32%, para quedar en 527 euros. Otra de las medidas pactadas es que no habrá aumentos salariales, ni el sector privado ni el estatal, hasta que el paro no descienda por debajo del 10%.
Tambiíén se busca introducir una mayor racionalización en el gasto social, sobre todo en lo que se refería a las pensiones y a los gastos de sanidad. Otro objetivo sería la reestructuraron de las operaciones del gobierno y la reforma del sistema impositivo.
A cambio, los ministros de Finanzas de zona euro podrían desbloquear en los próximos días un nuevo rescate de 130.000 millones de euros. Pero esto exige además un acuerdo del gobierno griego con los acreedores privados en posesión de deuda griega, para condonar unos 100.000 millones de euros, lo que representa el 50% del total.