El Glasgow Rangers, uno de los dos grandes dominadores del fútbol escocíés y un clásico del balompiíé europeo y mundial, ha decidido declararse en suspensión de pagos. Una medida que podría traducirse en una sanción en forma de píérdida de puntos en la tabla de la Liga escocesa.
El Rangers ha depositado este lunes la documentación necesaria para solicitar el inicio del proceso de intervención judicial. Se abre ahora un plazo de diez días en el que, si no se encuentran inversores, el club pasara a ser gestionado por administradores externos. En tal caso, al club protestante se le restarían 10 puntos en la tabla clasificatoria de la Scottish Premier League.
49 milllones de libras en el alero
El club, que dejó de cotizar en Bolsa el pasado 9 de enero, se halla envuelto en un litigio legal con la agencia tributaria británica, que le reclama una cantidad de 49 millones de libras -cerca de 60 millones de euros-, un dinero que el club pretende emplear para afrontar los pagos a sus futbolistas y empleados.
La gravedad de la situación económica es tal que el club se vio obligado a vender a su estrella, el delantero croata Nikica Jelavic, al Everton en el pasado mercado invernal para tratar de obtener liquidez.
El Rangers ha sido 54 veces campeón de Escocia (más que ningún otro club del mundo), y en estos momentos es segundo en la tabla con 61 puntos, a cuatro del líder y su eterno rival, el Celtic de Glasgow.