Un mes más de suspense para conocer el futuro de General de Alquiler de Maquinaria (GAM). Ayer la asamblea de bonistas, que debe aprobar el cambio de condiciones de la emisión de bonos convertibles por valor de 150 millones lanzados en 2007, alcanzó un quórum del 50% frente al 66% necesario para poder seguir adelante. Los asistentes votaron a favor de las modificaciones, pero la falta de quórum impide que se puedan hacer efectivas.
Al no conseguir el consenso necesario, la compañía deberá celebrar una nueva asamblea el próximo 15 de marzo en la que la decisión se tomará por la mayoría simple de los asistentes. La compañía se jugará su futuro a una sola carta.
GAM necesita conseguir el acuerdo para poder aplazar el pago de los 57 millones que debería desembolsar el próximo mes de agosto (una cifra significativamente mayor a los 35 millones que vale la compañía en el mercado). Dicha moratoria consistiría en ampliar el vencimiento de los bonos cuatro años hasta 2016, elevar la rentabilidad desde el 2,75% hasta alrededor del 5% y canjear los bonos por acciones con un descuento del 20%. Además, GAM ha alcanzado un acuerdo con el 88% de sus acreedores –cifra que espera ampliar a la totalidad- para refinanciar su cuantiosa deuda.
La compañía cerró ayer en bolsa con una caída del 4,23%. No obstante, desde que empezó el año la acción se ha disparado casi un 80% ante la expectativa de que el grupo pueda solucionar sus problemas financieros.