París aprueba medidas para construir 150.000 casas extra en los próximos cuatro años, aliviar su díéficit de vivienda y de paso estimular la economía
Se trata de matar dos pájaros de un tiro: por un lado, solucionar la escasez de vivienda que hay en una ciudad tan sobrepoblada como París. Por otro, animar la actividad y crear empleo. En esta difícil ecuación el ladrillo juega un rol importante. Francia quiere seguir el ejemplo de España, que su íépoca dorada de principios de siglo encontró en el sector inmobiliario su trampolín de crecimiento.
En las últimas semanas el Gobierno ha aprobado una serie de medidas para solucionar el problema de vivienda en el país, sobre todo en la capital. �A diferencia de lo que ocurre en España aquí los constructores no levantan un piso hasta que lo tienen vendido. Venden sobre plano. Al no haber stock, a medida que la población va aumentando se va acumulando un díéficit de espacio año a año�, explica Síébastien de Lafont, director de la agencia Meilleursagents.
Para aliviar esta carencia el Gobierno aumentará en un 30% las posibilidades de construcción de pisos en todos los edificios y terrenos. Así lo anunció el propio Nicolas Sarkozy hace dos semanas en su última intervención televisiva: «si hay una comunidad que tiene un terreno con permiso para construir 1.000 metros cuadrados de viviendas ahora en el mismo espacio podrá levantar 1.300 metros en pisos», ejemplificó.
Aunque más que tratar de aliviar el problema de alojamiento a los franceses, el Ejecutivo lo que pretende es estimular la dormida economía gala: �se creará empleo en la construcción. Se dará trabajo a los franceses en Francia�, señaló el presidente tras presentar la iniciativa. El Ejecutivo espera aumentar en 40.000 viviendas anuales su oferta gracias a la medida, que se aplicará de inmediato hasta julio de 2015.
París nunca será Madrid
Mientras en España los pisos construidos durante el boom inmobiliario acumulan polvo, aún vírgenes, en Francia se los rifan, lo que contribuye al encarecimiento de los ya disparados precios. Los expertos galos no temen que la imagen de pueblo fantasma, con edificios enteros desocupados y sin vender y que ilustra la crisis en nuestro país, se repita en la poblada París, donde cada milímetro de suelo es aprovechado al máximo.
�Hay demasiado díéficit acumulado como para que se produzca un stock�, explica Lafont. Muestra de ello es que en la última díécada el coste de los alquileres ha aumentado entre un 30% y un 50%, mientras que la subida se eleva al 200% para los que se han convertido en propietarios.
El Estado prevíé ceder parte de su suelo para la causa. En la región de París liberará 400 terrenos que permitirán construir 50.000 nuevas casas, mientras que en el conjunto del país la oferta podría incrementarse en 100.000 pisos de más en los próximos años. El Ejecutivo venderá el suelo a los promotores a precio de mercado. Para ello, se convocarán concursos públicos en las próximas semanas.
«El dispositivo aprobado tiene buenas intenciones pero esperamos que los consejos municipales no se opongan�, señala el presidente de la Federación francesa inmobiliaria, Didier Ridoret. Y es que, antes de aumentar el tamaño de su burbuja, los promotores tendrán que salvar algunos obstáculos y conseguir la aprobación de las colectividades locales. Los profesionales temen, además, que la lentitud de los procesos urbanísticos ralentice la puesta en marcha del plan.