El Congreso de los Diputados ha aprobado la reforma financiera que obliga a las entidades financieras a provisionar y fijar un capital extra para afrontar el deterioro de los activos inmobiliarios, con el apoyo de 303 diputados provenientes del PP, PSOE, CiU y la abstención de PNV.
Tanto la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) como UPyD y algunos diputados del grupo mixto, hasta un total de 28, han rechazado el decreto que prevíé 'limpiar' los balances bancarios de activos ligados al 'ladrillo'. Tampoco se aceptó que la reforma se tramite como proyecto de ley.
Durante su defensa ante el Pleno de la Cámara Baja, el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, ha elevado en 2.000 millones de euros, hasta 52.000 millones, las necesidades de saneamiento que en enero cifró en 50.000 millones.