El Banco de España exige a las cajas que limiten la obra social por la crisis
Por Fernando Tadeo / Javier Moronatti para el Economista
Las cajas de ahorros destinaron el año pasado el 16,5 por ciento de los beneficios a la obra social. Este porcentaje, previsiblemente, será inferior este año por varios motivos. El más importante de todos es la petición que ha realizado en las últimas semanas el Banco de España a algunas entidades de ahorro de que limiten este año su contribución a fines beníéficos por la crisis de liquidez y el aumento progresivo de los impagos, según ha podido saber este periódico de diferentes fuentes del sector.
El organismo supervisor ha notificado esta instrucción a las cajas más afectadas por las dificultades del sistema financiero, con el objetivo de que acumulen los mayores recursos posibles por las eventuales consecuencias del deterioro de los activos.
Curarse en salud
El instituto emisor prefiere curarse en salud antes de que se produzca algún susto de efectos devastadores. La prevención ha sido hasta ahora una de las labores más destacadas que ha desarrollado la institución que preside en la actualidad Miguel íngel Fernández Ordóñez.
El control llevado a cabo sobre las entidades financieras y los reclamos de las cuantiosas provisiones permiten al sector bancario ser uno de los mejor posicionados ante las turbulencias del crunch crediticio mundial y la desaceleración de la economía.
La recomendación del Banco de España reclama a las cajas que reduzcan hasta el mínimo sus aportaciones a actividades filantrópicas. Eso sí, partiendo de los baremos que las comunidades autónomas y cada entidad fijan sobre el porcentaje de las ganancias que tienen que destinar a la sociedad.
í‰ste es uno de los ejes centrales de actuación y razón de ser de estas entidades de críédito. Los bancos distribuyen parte de los beneficios a sus accionistas, mientras que las cajas, debido a su naturaleza singular, lo reparten al conjunto de los ciudadanos en promociones culturales, sanitarias, educativas, artísticas, etc.
Un volumen ríécord
La inversión beníéfica creció en 2007 un 21 por ciento, hasta 1.848 millones de euros, lo que supone uno de los aumentos más elevados de la historia y un volumen ríécord. Esta contribución es similar a la que hacen fundaciones internacionales como las creadas por Bill y Melinda Gates, propietarios del gigante informático Microsoft .
Otro de los motivos por los que la aportación filantrópica de las cajas rebajará su intensidad es la decisión de las propias entidades. Según las previsiones de la patronal del sector, CECA, el dinero destinado a obra social se situará por encima de los 2.000 millones, por lo que el incremento del 8 por ciento será dos tercios menor que en el año 2007.
Hace unas semanas, el presidente de Caja Badajoz, Josíé Manuel Sánchez, se mostraba partidario de recortar la contribución y aseguraba que, en lo que va de año, los porcentajes ya están decreciendo.
Esta propuesta ha sido apoyada por otras entidades de forma pública. Caja Duero, por ejemplo, se ha manifestado a favor porque "llegan tiempos difíciles".
'Vacas flacas'
La íépoca de vacas flacas ya ha comenzado y así se refleja en los resultados del conjunto de cajas de ahorros correspondientes al primer trimestre. Las ganancias de estas entidades se estancaron al crecer tan solo el 0,2 por ciento.
Este resultado se vio afectado por las provisiones que tuvieron que desembolsar ante posibles contingencias, como el repunte de la morosidad. Metieron en la hucha algo más de 400 millones de euros adicionales ante las perspectivas negativas sobre los impagos.
La dudosidad en los príéstamos, que se sitúa en el 1,44 por ciento para el sector de las cajas, es previsible que sobrepase a finales de 2008 el 2 por ciento y cierre 2009 por encima del 3. í‰stas son las estimaciones de la CECA, expuestas en varias ocasiones por su presidente y director general, Juan Ramón Quintás. Algunas cajas, no obstante, ya cuentan con niveles de mora cercanos al 4 por ciento.