La venta de seguros en oficinas bancarias se ha convertido en un recurso habitual de cajas, bancos y aseguradoras donde todos ganan, con la sola excepción del cliente, que en ocasiones ve restringida su capacidad de elección si quiere acceder a un determinado producto bancario.
En los últimos años, el canal bancario ha logrado canalizar más del 72% de las nuevas primas del seguro de vida y alrededor del 14% de las nuevas primas de seguros distintos al de vida, con un fuerte incremento de su cuota de mercado. Según datos de Icea, institución que investiga para el sector, la cuota de mercado se ha mantenido sobre el 18% para las entidades que venden mediante canales tradicionales, agentes y corredores básicamente, pero se ha disparado entre los operadores que utilizan el canal bancario a más del 50%.
Las alianzas entre bancos y aseguradoras vienen de lejos, pero del año 2000 al 2008 se produjeron alrededor de 20 en materia de vida y pensiones, muchas protagonizadas por cajas de ahorros, según datos de la consultora Deloitte. En seguros generales se produjeron otras 20 alianzas desde 2008, sin contar las que se han producido en estos últimos días, como la de Mapfre y Bankinter para constituir una compañía de seguros generales, o la de Banca March con el grupo de mediación internacional Jardine Lloyd Thompson para potenciar el desarrollo de su correduría March Unipsa.
El Real Decreto-ley 2/2012, de 3 de febrero, de saneamiento del sector financiero, destinado a mejorar su imagen y la confianza de terceros, ha impulsado un nuevo proceso de consolidación que dejará el mapa bancario de capital español reducido a una docena de entidades, según los expertos. En materia de distribución de seguros, la disposición adicional tercera de este Real Decreto fija el 1 de enero de 2014 como fecha límite para que los acuerdos exclusivos entre bancos y aseguradoras queden delimitados, a fin de que los operadores de bancaseguros, exclusivos o vinculados, puedan desarrollar su labor sin conflictos. Pero desde la perspectiva de los clientes, podría producirse cierta confusión. Un operador bancario exclusivo solo puede vender productos de una aseguradora, mientras que el operador bancario vinculado puede ofrecerlos de varias, si se cumplen una serie de requisitos.
AMAEF, asociación de mediación de seguros en entidades financieras, recuerda que una cosa es que los operadores bancarios sean exclusivos, y otra que tengan acuerdos de exclusividad. Para añadir más leña, algunas entidades financieras cuentan para distribuir seguros con operador bancario y corredurías de seguros. Aunque la ley impide fraccionar las redes, las corredurías pueden invocar la figura del auxiliar asesor o dirigirse a grandes negocios o concursos públicos. Entre unas cosas y otras, coparían todas las facetas de la distribución de seguros en representación de distintas aseguradoras.
Esta posibilidad ha puesto en pie de guerra a las asociaciones profesionales de la mediación. El Consejo General de Mediadores, Adecose y Fecor no vería con buenos ojos que la Ley de Mediación se modificara a favor de los bancos. En un comunicado, Fecor dice que “como profesionales y empresarios que somos, tambiíén estamos pasando momentos muy difíciles y no por ello recibimos un trato de favor tan abiertamente manifiestoâ€.
Problemas de alianzas
Todo está en revisión. Hasta el momento, se han producido diversos problemas en materia de alianzas, quizá los más destacados sean los de Caser, Mapfre, Aviva y Aegon. Estas dos últimas ya han tomado la senda del arbitraje internacional previsto en las cláusulas de descuelgue de sus contratos y reclaman diversas cantidades. En el caso de Aviva, 944 millones de euros que tendría que pagar Bankia-Bancaja. En el caso de Aegon, 600 millones de euros que pagaría Banco Sabadell-Caja de Ahorros del Mediterráneo. Se espera que este año el tribunal arbitral se pronuncie al respecto en un fallo inapelable.
Mapfre, que es socio de Caja Madrid, Catalunya Caixa, Caja Duero, Bankinter, etc., intentará conseguir todas las alianzas posibles en el nuevo mapa bancario que termine por dibujarse, tal y como anunció su presidente Josíé Manuel Martínez. Por su parte, Caser, participada por 31 cajas, la CECA, Ahorro Corporación y las mutuas francesas Maaf y MMA, se enfrenta a una encrucijada accionarial y representa una oportunidad para cualquier grupo nacional o internacional que quiera incrementar su presencia en nuestro país.
Sin embargo, Caser tiene sus propios planes. Para recomponer la mayoría accionarial la situación más deseada es que uno o varios de los grupos bancarios que surjan, la elijan como su proveedor de seguros. Según una persona de su entorno, ese podría ser el escenario deseado por Ignacio Eyries, director general de Caser, que además de buen gestor tiene acreditada pericia en conseguir consensos, lo que ha permitido desarrollar la compañía, presentar beneficios reiterados y un volumen de primas en 2010 de 2.566 millones de euros.
Determinadas alianzas entre bancos y aseguradoras se muestran firmes ante las incertidumbres que presenta el futuro. Es el caso de Allianz con Banco Popular, Zurich con Banco de Sabadell, Mapfre con Bankia o Mutua Madrileña. con La Caixa. Generali, aliado de Cajamar, probablemente siga con este estatus en la operación Cajamar más CRM para constituir Cajas Rurales Unidas. Otras aseguradoras, como es el caso de Aegon, AXA, Aviva, CNP, Tranquilidade, Groupama, Helvetia o Reale, tendrán que someter a revisión los acuerdos hasta ahora vigentes.