Manual de instrucciones para reclamar en caso de que un inversor considere que se le vendieron preferentes de forma incorrecta.
La alarma entre los pequeños inversores ha saltado años despuíés de que bancos y cajas colocaran más de 12.000 millones de euros en participaciones preferentes entre pequeños inversores. Diversas asociaciones de consumidores denuncian que las entidades financieras vendieron de forma inapropiada estos activos, sin informar de los riesgos que entrañaban e incluso asegurando que sus características eran similares a las de los depósitos.
El organismo presidido por Julio Segura tomó en su momento varias medidas para tratar de proteger a los minoritarios. Primera, obligó que las emisiones incluyeran informes de valoración independientes si no contaban con un tramo destinado a institucionales. Segunda, incluyó advertencias explícitas en folletos y trípticos en caso de que el precio de colocación no fuera el adecuado. Y, tercera, exigió que las emisiones contaran con proveedores de liquidez que permitieran a los ahorradores vender si así lo deseaban.
Canjes propuestos
En los últimos meses, son varias las entidades que han decidido reciclar sus preferentes y canjearlas por otros instrumentos. El primero fue BBVA, y le siguieron Santander, Sabadell, La Caixa, Popular, Bankia y Banesto, si bien estas tres últimas entidades todavía no han recibido luz verde de la CNMV sobre las condiciones finales del canje.
Banca Cívica tambiíén ha revelado su interíés en canjear una parte de estos instrumentos y habrá más ofertas de este tipo en el futuro inmediato. Así lo reconoce la CNMV, que exigirá que los productos que se ofrezcan a cambio sean más líquidos y menos complejos.
8.000 millones en circulación
De momento, todas la mayor parte de las ofertas se ha planteado con canjes por acciones en última instancia, salvo en los casos de La Caixa, que tambiíén ofreció deuda subordinada, y de Banesto, que entregará bonos al 3%. Tras las propuestas ejecutadas y planteadas, quedarán unos 8.000 millones de euros de este tipo de participaciones en circulación. Es de prever que esta cantidad continúe reduciíéndose con el tiempo.
Con todo, el hecho de que algunas entidades -tambiíén por su propio interíés, pues las preferentes no computan en las ratios de solvencia que tiene en cuenta la Autoridad Bancaria Europea (ABE)- estíén ofreciendo canjear estos títulos no las exonera de que la comercialización haya sido inadecuada. La CNMV ha abierto seis expedientes a distintas entidades por mala comercialización de productos de renta fija, entre ellos participaciones preferentes.
Fuentes del supervisor aseguran, sin embargo, que no se ha detectado un incumplimiento generalizado en la comercialización. Lo que no quiere decir que las personas que consideren que se les vendió un producto de manera incorrecta reclamen ¿Quíé tienen que hacer?
Pasos que deben seguirse
Antes de nada, el inversor debe dirigirse al departamento de atención al cliente y, en su caso, al defensor del cliente de la entidad. Si en dos meses no hay respuesta o esta no se considera adecuada, ya puede reclamarse a la CNMV.
El problema de las reclamaciones está en las pruebas. Las explicaciones verbales, en la mayoría de los casos, no serán validas como pruebas. El cliente o inversor deberá aferrarse a los documentos para conseguir que su reclamación sea efectiva.
Desde la entrada en vigor de la directiva Mifid, en noviembre de 2007, los filtros que han de pasar los ahorradores antes de contratar determinados productos financieros, entre ellos las preferentes, son muy numerosos. El hecho de que haya alguna irregularidad en alguno de ellos abre la puerta a que la CNMV díé la razón al inversor.
Documentos
Hay hasta cuatro documentos que el inversor debió haber firmado. Primero, antes de nada, la entidad tuvo que realizar un test de conveniencia al cliente para conocer si las participaciones preferentes se ajustaban a su perfil. En caso de que el test fuera negativo, el cliente debió haber firmado un documento en el que reconocía su disposición a contratar dicho producto pese a que se le había informado de que no era conveniente para íél.
Segundo documento. La CNMV considera una práctica recomendable que la entidad conserve un ejemplar del tríptico entregado y firmado por el cliente. Tercero, un documento tambiíén firmado que no ocupe más de la cara de un folio en el que se recojan de forma muy clara y concisa los principales riesgos del producto. Estos dos documentos no son obligatorios, pero en caso de que el folleto de la emisión incluyera una advertencia explícita del supervisor -como ocurrió con las preferentes de BBVA, Santander, Banesto y Banca Cívica- la CNMV especifica que "en tales supuestos se deberá informar al inversor de las condiciones desfavorables de la emisión" y señala que la fórmula adecuada es recoger la firma del inversor en un documento.
El cuarto documento que debe estar convenientemente firmado es la orden de suscripción. La entidad financiera tiene la obligación de mostrar al cliente los documentos que este firmó en su día. En función de si estos existen y están o no correctamente firmados, el cliente tendrá más o menos oportunidades de que la CNMV le díé la razón.
En 2011, el número de reclamaciones presentadas en la CNMV por participaciones preferentes alcanzó las 249, un 73% más que en 2010. De estas, 55 fueron favorables al reclamante; 20, desfavorables; 34 no admitidas; en 38 no se siguió adelante con la reclamación; y 102 todavía están en proceso de estudio.
Las ofertas planteadas hasta el momento
BBVA
Fue el pionero en la era de la transformación de las preferentes. Escogió un modelo complejo, pero que lleva al mismo camino que el resto, puesto que cambió las preferentes por bonos obligatoriamente convertibles en acciones. El atractivo estaba en un cupón del 6,5% y en el pago de la totalidad de lo invertido. La aceptación fue del 99%. BBVA puede anticipar la conversión casi al momento que quiera. Si no es así, el 50% vence en junio de 2012 y el resto, en el mismo mes de 2103. El precio de conversión en acciones permite reducir el riesgo de píérdida al mínimo, ya que es la media de las cinco sesiones previas al vencimiento. Se puede vender en cuanto se reciben los títulos.
Santander
El banco presidido por Emilio Botín optó por la oferta más sencilla hasta ahora. Canjeó casi 2.000 millones de euros en preferentes por acciones, en una propuesta que devolvía al inversor el 100% del dinero pagado (eso sí, en títulos). La forma que se eligió para determinar el precio de las acciones en la conversión permitía minimizar el riesgo. Era la media de los precios medios ponderados de menos de una decena de días previos a la jornada en que finalizaba el periodo de aceptación de la oferta. El riesgo de píérdidas era reducido por la cercanía del cómputo, aunque los inversores tardaron varias jornadas en tener físicamente los títulos en la mano y poder venderlos. La aceptación tambiíén rozó el 99%.
Sabadell
El banco presidido por Josep Oliu fue algo más complejo que Santander. Sabadell lanzó una oferta de canje de 850 millones en preferentes por acciones, pero en un primer momento solo da el 90% de lo invertido. Para conseguir el 100%, los dueños de las preferentes tienen que conservar sus acciones hasta el 14 de diciembre de este año. Sin embargo, el banco utilizó para fijar el canje la media aritmíética de los precios medios ponderados de la acción de los 90 días naturales anteriores a la finalización del periodo de aceptación; esto es, desde el 2 de octubre hasta el 30 de diciembre de 2011. Y esa media permitía obtener más del 100% de lo invertido desde el primer momento, aunque no se conservaran las acciones.
Caixabank
Es, quizá, la oferta más complicada. La entidad no tiene problemas de capital, así que no dio directamente títulos a cambio de las preferentes sino el 30% en bonos convertibles en acciones que vencen la mitad en junio de este año y la otra mitad en junio de 2013, y el 70% en deuda subordinada a diez años con un cupón del 4% o del 5%, dependiendo de la emisión de preferentes a la que correspondan. Además, el precio de canje es fijo: 3,862 euros por acción.
Bankia
Es la última en llegar, por ahora, y lo hace con una oferta que pretende convertir a los dueños de preferentes en accionistas a largo plazo. Solo recibirán el 100% de lo invertido los titulares de preferentes que se queden los títulos hasta junio de 2013. Quien quiera liquidez inmediata, debe conformarse con el 70% de lo pagado. Para saber las posibles píérdidas, con todo, hay que esperar a que se sepa el precio de conversión de las acciones.
Popular
Es la propuesta más favorable para los inversores. Popular valorará las preferentes al 100% del nominal -es decir, al precio al que las vendió, cuando actualmente cotizan alrededor del 60% de su nominal en el mercado secundario- y entregará bonos obligatoriamente canjeables por acciones con vencimiento a seis años. Los inversores recibirán las acciones según los precios de mercado, pues la ecuación de canje se establecerá en el momento efectivo de la conversión. La posibilidad de perder dinero en función del precio de las acciones será casi inexistente en el caso de que los inversores se deshagan de los títulos en cuanto los reciban. La rentabilidad de los convertibles se situará en el entorno del 7% y tendrán ventanas de liquidez -podrán canjearse por acciones- cada seis meses.
Banesto
La principal diferencia respecto a las ofertas planteadas hasta el momento radica en que Banesto no ofrece a cambio acciones ni ningún otro producto que se le parezca, como los bonos necesariamente convertibles. Entregará a los titulares de preferentes deuda con vencimiento a tres años y una rentabilidad fija del 3%.