Brasil propone cuotas ''flexibles'' a los mexicanos...

[OCIN]

Buscan evitar ''desequilibrios'' en el comercio bilateral en el sector automotriz

 Brasil sabe que tiene todas las de ganar en la negociación del acuerdo automotriz con Míéxico y con base en esta certeza propuso la adopción de un sistema de cuotas “flexibles” de importación de vehí­culos mexicanos, con la meta de evitar “desequilibrios” en el comercio bilateral en ese sector.

Si Míéxico no acepta este punto, Brasil podrí­a abortar el acuerdo, explicó un funcionario brasileño que participa en las negociaciones.

La sugerencia fue presentada durante una reunión de los ministros de Relaciones Exteriores de Brasil, Antonio Patriota, y de Míéxico, Patricia Espinosa.

Entre los negociadores tambiíén se encuentran los representantes de las principales armadoras de vehí­culos.

Además de esa propuesta, el Gobierno del paí­s sudamericano tambiíén planteó la posibilidad de ampliar ese acuerdo, hasta ahora restringido a automóviles, que representan la fortaleza exportadora de Míéxico en su relación comercial con Brasil, a la apertura del mercado mexicano a camiones y vehí­culos pesados producidos por las empresas brasileñas.

Asimismo, Brasil consideró que deberí­a ser revisada la tasa de 30% de contenido nacional exigida para el comercio de vehí­culos, bajo la presunción de que los que llegan desde Míéxico tienen piezas de otros paí­ses que exceden ese porcentaje.

Fuentes mexicanas reiteraron que las exigencias de Brasil esconden cierta cuota de “proteccionismo”, que “va en contra de la necesidad de liberalizar más el comercio”, sobre todo frente a la crisis global.

“Estamos intentando crear un sistema moderno y abierto y lamentablemente Brasil va en sentido contrario. ¿Quíé credibilidad pueden tener los paí­ses que no cumplen lo pactado?”

Tras la reunión ministerial, las diferencias entre los dos paí­ses serán discutidas hoy por equipos tíécnicos.

Mientras el encuentro entre ministros se llevaba a efecto, sindicatos brasileños con sede en Sao Paulo respaldaron la posición del Gobierno de Dilma Rousseff y aseguraron que Brasil debe “defender sus empleos”.