Banca Cívica busca pareja de baile para afrontar la reforma financiera. Y CaixaBank figura como uno de los candidatos favoritos frente a otros postores como Ibercaja o Unicaja.
Fuentes de ambas firmas aseguran que Fainíé la ve como "operación probable"La visita que Isidro Fainíé hizo a Navarra hace ahora una semana no pasó inadvertida. Que el presidente de La Caixa se personase en Pamplona, oficialmente para firmar un convenio de la obra social de su entidad, en medio de la más ambiciosa ronda de operaciones corporativas de la historia reciente de la banca española -las entidades tienen hasta finales de mes para presentar sus planes de fusión-, resultó cuanto menos llamativo en el sector. La propia presidenta autonómica, Yolanda Barcina, admitió entonces que la adquisición de Banca Cívica por CaixaBank "es una opción que están valorando". Fuentes de ambas entidades admiten ahora que el banco catalán estudia las cuentas de Cívica y la considera una "operación probable".
"Está habiendo auditorías en todas las sedes de Banca Cívica, en Pamplona, en Sevilla, en Canarias...", detallan desde uno de los sindicatos de la alianza integrada por Caja Navarra, Canarias, Cajasol, y Burgos. En la presentación de resultados de la entidad, a comienzos de mes, los dos copresidentes de Banca Cívica, Antonio Pulido (Cajasol) y Enrique Goñi (Navarra), admitieron que están "hablando con todos" los bancos y cajas para cerrar una eventual fusión. La operación permitiría a Cívica cumplir con la reforma financiera que, en su caso, tiene un coste de 2.031 millones (1.248 en provisiones y 783 de capital).
Oficialmente, todas las puertas siguen abiertas, pero desde la propia entidad admiten que las parejas de baile que más suenan son "Ibercaja, y sobre todo CaixaBank". El hecho de que la catalana gane protagonismo tiene mucho que ver con el movimiento que hizo Amado Franco, presidente de Ibercaja, hace 10 días con la absorción de Caja3. Un paso, no obstante, que no le saca de la carrera por Cívica. Unicaja y Kutxabank tambiíén aparecen entre los interesados, si bien fuentes oficiales del banco vasco dicen que la operación no se está estudiando.
A CaixaBank tampoco no le faltan novias. A la cuarta entidad por activos del país se le apunta en las quinielas, incluso, para hacerse con la tercera, Bankia. El víértigo que supone tamaña jugada, así como el riesgo inmobiliario que arrastra el banco presidido por Rodrigo Rato, hace que muchos analistas señalen hacia Novagalicia como posible adquisición de CaixaBank. El hecho de que Banca Cívica tambiíén cotice en Bolsa simplificaría una fusión con la entidad catalana, que podría concretarse mediante un proceso, relativamente sencillo, de canje de acciones. Eso sí, el peso de Banca Cívica en el nuevo grupo se diluiría a un 8%. Así, pese a que las entidades se mueven en la recta final del calendario impuesto por Economía, las conversaciones con Banca Cívica distan de estar aún cerradas. La bicefalia de esta última entidad, única fusión de cajas que mantiene dos líderes, convierte la operación prácticamente en una negociación a tres bandas.
Bloqueada la negociación de las 1.400 salidas pendientes
A la espera de concretar quiíén terminará fusionándose con Banca Cívica, la entidad ha paralizado la negociación del nuevo ajuste laboral que tiene previsto. Este conllevaría la salida de unos 1.400 trabajadores, que se sumarían a los 1.100 de los que ya prescindieron las cajas al fusionarse.
Recientemente, sin embargo, la dirección de Banca Cívica ha ofrecido a los sindicatos aprovechar la nueva normativa laboral para canalizar los ajustes por la vía de "una reducción generalizada de salario" y suspensiones temporales de contrato.
Desde las centrales sindicales apuntan, no obstante, que la decisión final dependerá de las duplicidades de personal y oficinas que genere la eventual fusión que se firme.