El mundo se divide en dos categorías: los que compran y los que son comprados. Esta segmentación tambiíén se da en la banca, cuya concentración se ha acelerado tras la receta de De Guindos. Cívica, NCG o Catalunya tienen la etiqueta de presas. BBVA, Santander o Caixa, la de cazadores. Liberbank, Ibercaja, Unicaja o Bankia, incógnitas.
En la reconfiguración del mapa financiero hay dos fechas clave: el 31 de marzo, las entidades tendrán que presentar a Banco de España quíé vías contemplan para sanear sus activos inmobiliarios. A final de mayo, comunicarán los proyectos de fusión, si es que ese es el camino, con la petición de ayuda correspondiente en forma de “cocos†(bonos convertibles). Por tanto, se presentan dos meses freníéticos de negociaciones y rumores.
La idea de Luis de Guindos, ministro de Economía, es que al final queden en España una docena de entidades financieras, frente a las 50 ó 60 que existían antes de que estallase la crisis. El tamaño medio subirá hasta el entorno de los 100.000 millones de activo por entidad, lo que permitirá, dicen los expertos, que se financien mejor en los mercados, estíén mejor capitalizadas y puedan prestar dinero una vez se recupere la economía.
De momento, hay tres operaciones en marcha reconocidas por sus protagonistas. BBVA ha comprado Unnim, la más pequeña de las nacionalizadas, por lo que elevará su cuota en Cataluña al 15%. Caixabank estudia las cuentas de Banca Cívica, que necesita 2.000 millones de euros, para crear el primer grupo en España 343.000 millones de activo. Las aragonesas Ibercaja y Caja3 han iniciado su proceso de integración. Del resto, rumores.
La siguiente ficha del puzzle en encontrar su sitio puede ser Banco de Valencia, que aguarda la valoración final de Banco de España para que el cuaderno de su venta llegue a los interesados. Con 23.000 millones de activo y ayudas de 1.000 millones, es un bocado digerible. Los rumores apuntan a que Banco Mare Nostrum (BMN), en cuyo consejo se sentaba De Guindos hasta su elección como ministro, es el favorito.
Aún con todo, la historia más reciente de las subastas enseña que no se puede hablar de favoritos. BBVA no lo era para Unnim, como tampoco BBK y Cajastur para Cajastur y CCM, respectivamente. BMN no tiene etiqueta de “cazadorâ€, pero asegura que cubrirá en un año los 658 millones a los que le obliga el “guindazo†y que Banco de Valencia le viene “de perlas†por la complementariedad de sus oficinas y por ser entidad cotizada.
Una de las peticiones de la gran banca es que se acelere el proceso de subasta de entidades que han sido intervenidas. Incluso, demandan que se pongan en venta todas a la vez, algo que tiene pocos visos de fructificar debido a que la ley recoge que tienen de plazo hasta septiembre para buscar compradores. NCG Banco quiere seguir sola y actúa como tal: hace pocas fechas ha lanzado un plan para reducir 60 millones de costes laborales.
Lo que no es óbice para que la rumorología se haya instalado entorno a la entidad que dirige con mano firme Josíé María Castellano. Uno de los que suena con más fuerza es una fusión “política†con BFA-Bankia, operación que resultaría muy difícil de “vender†debido a que entre ambas han recibido ayudas públicas valoradas en 8.092 millones de euros. Banco de España y Economía darán el visto bueno a las fusiones en función de la viabilidad, criterio subjetivo que amenaza con ser una fuente de políémica.
La Caixa tambiíén aparece en las quinielas como posible comprador de NCG Banco, aunque ahora parece más centrada en la auditoría de Banca Cívica, entidad que tambiíén es pretendida por Ibercaja y Kutxabank, la fusión de las cajas vascas. La aragonesa, que se quedó sin Unnim, necesita tamaño para ser competitiva, como mandan los cánones vigentes, mientras que a la vasca le interesa Navarra, donde Cívica cuenta con una cuota de mercado del 38%. Esta operación despierta recelos políticos en el PP navarro.
Catalunya Banc, que al igual que NCG tiene un activo de unos 75.000 millones -más del doble que Unnim-, parece abocada a formar parte de otra entidad más solvente. El FROB (Fondo de Rescate Bancario) tiene más del 90% del accionariado, por el que pagó 1.700 millones de euros. BBVA, Santander, Sabadell y Popular son los favoritos para acometer su compra por una cuestión de tamaño y fortaleza.
Lo que no está nada claro es cómo va a financiar el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) la operación tras vaciarse de recursos en las operaciones BBVA-Unnim y CAM-Sabadell. Miguel íngel Fernández Ordóñez, gobernador de Banco de España hasta mitad de julio de 2012, dijo que no se perdería dinero en la operación, ya que el precio de venta será el mismo que el de compra más un interíés del 12,5% anual.
EL LíO DE UNICAJA, LA INCí“GNITA DE LIBERBANK Y BANKIA
¿Y Bankia? ¿Quíé va a pasar con Bankia? La entidad asegura que seguirá sola y que puede asumir con sus propios recursos (generación de ingresos, venta de activos) la factura de 3.000 millones de pago necesario para sanear sus activos inmobiliarios. El problema para BFA-Bankia es que su mensaje no ha calado en el mercado, que ve más factible el futuro de la entidad que preside Rodrigo Rato ligado al de otra entidad.
Además de una hipotíética fusión con NCG Banco, los dirigentes de La Caixa abrieron la caja de los truenos cuando en la presentación de resultados aseguraron que una unión con BFA-Bankia no solo era posible, sino deseable porque mejoraba la obra social. Rato e Isidro Fainíé, presidente de La Caixa, se llevan bien (el primero fue consejero de Criteria), pero la operación se enfrió hasta quedar a día de hoy en punto muerto.
Otra salida para Bankia que se comenta en los foros financieros es que acabe en manos de un gran grupo como BBVA o Santander, pero ambas entidades tienen miedo a una operación con demasiado componente político y que doblaría su exposición a España, ya que BFA-Bankia tiene un tamaño de balance similar (320.000 millones de euros). Rato, ex director gerente del FMI, tambiíén fue consejero asesor de Santander.
Braulio Medel, presidente de Unicaja, no sale de un lío para meterse en otro. Quiso CCM y no pudo. Apuntó a Cajasur y no pudo. Desde hace un año, se ha centrado en España-Duero y hay serias dudas de que la operación se pueda acometer, pese a que Economía ha querido mirar para otro lado y dio por hecha la operación. La castellana necesita 1.140 millones de euros para cumplir con el real decreto, por lo que Unicaja podría poner en riesgo su propia viabilidad si acomete la fusión “a pulmónâ€.
Por ello, los rumores sobre un posible respaldo con dinero público a esta operación se han sucedido desde hace días en varios medios: crear un banco malo, financiar la fusión con cocos (bonos convertibles),… La postura de Banco de España es inamovible, según aseguran fuentes conocedoras: Unicaja tiene que integrar Duero-España en su formato original. Ninguna otra fórmula es válida.
El problema para la caja malagueña es que su tamaño es reducido (unos 35.000 millones de activo), aunque es una de las más solventes del país, algo parecido a lo que le ocurre a Ibercaja o Kutxabank. Fuentes bancarias ven incluso factible que alguna de ellas acabe uniendo sus designios, con los problemas de gobernanza que ello acarrearía, tal y como se ha visto en Banca Cívica y su copresidencia entre Pulido (Cajasol) y Goñi (CAN).
En este grupo de entidades viables pero pequeñas tambiíén está Liberbank, única que no ha presentado sus necesidades de provisiones y capital junto a Caja 3. Fuentes oficiales aseguran que lo comunicarán al supervisor cuando crean necesario. Se especulan cifras de unos 400 millones, asumibles con la generación de beneficios antes de provisiones y el Esquema de Protección de Activos que recibieron con la compra de CCM.
¿Y el resto? Sobre la mesa estuvo durante algunas semanas una posible alianza entre Bankinter y Barclays, dos entidades que se compenetran bien por su nicho de mercado, centrado en rentas altas. Otros como Espirito Santo siempre ha mostrado su voluntad por crecer en España, aunque con cuentagotas como las 25 sucursales que compró a NCG Banco a inicios de mes.