Unicaja no piensa frenar su crecimiento con la adquisición de Caja España-Duero cerrada el viernes. Fuentes cercanas a la entidad aseguran que su presidente, Braulio Medel, pretende cerrar una segunda operación y que los candidatos que ha sondeado al respecto son Liberbank (Cajastur, Extremadura y Cantabria) e Ibercaja.
Esta segunda operación es el motivo por el que los la caja malagueña ha solicitado al Banco de España una línea de instrumentos convertibles de hasta 1.025 millones, como adelantó el viernes El Confidencial. En principio, no necesita ese dinero para absorber a la entidad castellanoleonesa -salvo que aparezcan 'agujeros inesperados, algo poco probable dado el tiempo que lleva Unicaja controlando esta entidad-, sino que la ha solicitado "para tener cobertura suficiente para acometer nuevos proyectos de integración", según las fuentes citadas. Las condiciones de tipos y plazos de esta línea no se han concretado todavía.
Unicaja, como tantos otros bancos y cajas, considera que nos encontramos en un momento histórico en el que se van a forjar los grupos bancarios de la próxima díécada como mínimo. Y Medel es consciente de que, con 80.000 millones activos tras la fusión con Caja España-Duero, se queda corto de tamaño para estar a la altura de estos grandes grupos, todos ellos por encima de 100.00 millones. Lo que hace necesaria otra operación que le permita superar dicha cifra, considerada el mínimo necesario para acceder a los mercados en el nuevo entorno.
Y para este objetivo, los candidatos principales son los que se encuentran en una situación similar a Unicaja: son solventes y están saneados, pero no tienen tamaño suficiente y se han quedado fuera de la segunda oleada de fusiones hasta el momento: Ibercaja y Liberbank. Con sus dos presidentes, Amado Franco y Manuel Meníéndez, respectivamente (ambos sostenidos hasta ahora por Gobiernos regionales socialistas, como Medel), existe "un excelente entendimiento que facilita las conversaciones", según las fuentes consultadas.
Ibercaja y Liberbank, en situación similar a Unicaja
Como ha explicado El Confidencial, Ibercaja se ha quedado muy descolocada tras quedarse sin Unnim, que finalmente fue a parar a BBVA cuando todo parecía apuntar a que la caja aragonesa iba a quedarse con la catalana. Sin tamaño y sin ayudas públicas ni privadas, parece poca cosa conformarse con integrar a la pequeña Caja3 (CAI, CajaCírculo y Badajoz), operación que sólo elevará su tamaño hasta 65.000 millones. De ahí que mantenga contactos con Banca Cívica aparte de Unicaja.
La situación de Liberbank es muy similar. Despuíés de librarse de la CAM en la fusión de Banco Base, ha sido incapaz de culminar ninguna de las múltiples conversaciones que ha mantenido en el último año, en muchos casos por culpa de los personalismos. Aunque tiene buenas cifras de solvencia, sus provisiones del ladrillo se encuentran entre las más bajas del sector, lo que hace imprescindible cumplir las exigencias del Real Decreto de saneamiento en dos años (es la única entidad importante que no ha hecho públicas sus necesidades de provisiones y capital).
Para acceder al ríégimen especial de fusiones (plazo de dos años, saneamiento contra fondos propios y acceso al FROB 3), se ha embarcado en la compra de la red en España de la portuguesa Caixa Geral, operación que tendrá que acogerse a la excepción de un incremento de sólo el 10% de su activo -sólo le aporta 8.200 millones- si quiere conseguir estos beneficios. Y aunque se la concedan, su tamaño seguirá siendo insuficiente para competir en el nuevo escenario bancario español.
BMN, mucho más difícil
Otra opción que se estudia en la caja malagueña es BMN (cajas de Murcia, Granada, Penedí¨s y Sa Nostra), pero esta operación es mucho más complicada que las dos anteriores, por dos razones. La primera es que Mare Nostrum está centrada en la inminente subasta del Banco de Valencia, para la que es la principal favorita, con la que alcanzaría los 100.000 millones y no necesitaría más fusiones. La segunda es la falta de entendimiento entre Medel y su presidente, Carlos Egea, cuyos estilos de gestión son radicalmente distintos.
En todo caso, Unicaja no se plantea esta segunda fusión como algo urgente, y no planea presentar el proyecto antes del 31 de marzo, fecha tope para que el sector remita a Economía sus planes de cumplimiento del Real Decreto. "Cuando se trata de entidades solventes que pueden cumplir estas exigencias sin problemas no hay urgencia y las cosas se pueden hacer con calma", explican las fuentes citadas.