El grueso de la actividad de Renta Corporación en 2011 no fue tanto el negocio inmobiliario como la dación en pago. De hecho, como reflejan los datos de las cuentas del 2011, el 78% de sus ventas fueron en realidad intercambios de críéditos por activos para reducir el endeudamiento del grupo.
La compañía que preside Luis Hernández de Cabanyes, cuya familia es el accionista mayoritario, destacó en la presentación de sus resultados que, por un lado, había vuelto a los beneficios pero que, por otro, se encuentra en una situación cercana a la parálisis.
De los 150,9 millones de euros que el grupo declara como ventas de 2011, el grupo canjeó deuda por capital por un total de 117,9 millones, un poco por encima de lo que estaba previsto en el pacto de financiación que se cerró en abril de ese año.
Esto supone que las ventas reales fueron de apenas 33 millones en todo el año, si bien consiguieron que Renta Corporación volviese a los beneficios, que fueron de 3,3 millones.
Renta Corporación no ha podido adaptarse al cambio de ciclo. Renta se dedicaba a la rehabilitación de activos inmobiliarios en centros urbanos. Pero durante la díécada de la burbuja, cuando Renta Corporación salió a bolsa en 2006 a 29 euros por acción, el grueso del negocio eran plusvalías obtenidas por la rotación muy rápida de activos.
Este ciclo de compraventas ahora es imposible de reproducir y, además, no encontraría banca que lo financiase. Los títulos de Renta Corporación están ahora a 1,06 euros, casi treinta veces menos que cuando saltó al parquíé. Toda la empresa apenas vale en bolsa 29 millones.
La política de Renta Corporación ha servido para reducir su deuda financiera neta. El endeudamiento se ha rebajado en 175 millones respecto a 2010, pero todavía es muy alto, de 240,8 millones de euros, sobre un patrimonio de 57 millones, de los que 54 millones son, en realidad, un críédito participativo renegociado con la banca acreedora que contablemente se considera como recursos propios.
Perspectivas futuras
En las perspectivas que manifiesta Renta Corporación en su informe de gestión se asegura que el “grupo se centrará en el mercado residencial nacional, con el objetivo de mantener una cartera permanente de 30 operaciones e incrementando paulatinamente su tamaño a la vez que consolidando rentabilidades brutas medias en torno al 15%-20%â€.
Además de las daciones en pago, Renta registró en 2011 otros ingresos, los de alquileres y otros, que ascendieron a 5,8 millones, de los que en realidad alquileres sólo fueron 1,1 millones, reduciíéndose de manera importante, a medida que numerosos activos han ido pasando a manos de los bancos.