La primera quincena de abril, cuando se publiquen los resultados empresariales, será un momento clave para los mercados, según el director de Servicios de Inversión de Saxo Bank. En su opinión, los resultados de las empresas serán un 10% inferior a las previsiones del mercado, lo que puede provocar una corrección con caídas que pueden llegar al 20% en el índice español. Tras el recorte, la Bolsa subirá en el segundo semestre para terminar a los niveles actuales.
Manuel Sousa Andrade, es director de servicios de inversión de Saxo Bank, banco de inversión al que se incorporó en 2007, ocupando un puesto clave para el desarrollo del área de Gestión de Grandes Patrimonios en los Mercados de Latinoamíérica, España y Portugal. Ha trabajado como Gestor de Carteras de inversión durante más de 15 años. Manuel Sousa nació en Angola, pero a muy temprana edad se trasladó al Reino Unido. Despuíés de vivir en Londres durante casi 20 años, se trasladó a Portugal, donde trabajó para Barclays Bank hasta 2007 con clientes institucionales y grandes empresas. —¿Por quíé cree que habrá una fuerte corrección en la Bolsa a corto plazo?
—Es un momento clave. Aunque la renta variable está barata, nosotros creemos que los niveles fundamentales no lo son tanto. El crecimiento económico está estrechamente relacionado con los mercados de renta variable y las cifras de las empresas no son tan buenas. El crecimiento del PIB, por lo menos para Europa, no justifica los niveles actuales. El DAX ha subido un 16%; el S&P un 9% ;el Nasdaq un 14%; Nikkei un 17%; Brasil 17,5%. No hay valores que justifiquen estas subidas porque no hay consumo. El mercado necesita bajar al menos un15% para cambiar la estructura de los índices y de las empresas. Despuíés volverá a subir otra vez y cerrará el año a los niveles en los que estamos ahora.
—¿Cuál será el desencadenante de las caídas?
—Los resultados de las empresas del primer trimestre que se presentarán en la primera quincena de abril van a estar por debajo de las expectativas del mercado, según nuestras previsiones. Esperamos que sean un 10% inferior a lo previsto en las empresas del Eurostoxx. Para el Ibex no tenemos datos concretos pero tambiíén creemos que el mercado ha sido demasiado optimista y los beneficios van a estar por debajo. El inversor va a ver que las subidas de este año no se justifican. Entonces veremos cómo está, de hecho, el mercado. El índice S&P podría caer un 15% y situarse alrededor de 1.025 puntos. Esto tendría unas consecuencias lineales sobre los otros índices y se produciría un efecto dominó sobre otros mercados. Los perifíéricos serán los que más bajen. En la Bolsa española las caídas pueden ser más agresivas y llegar al 20%.
—¿Quíé recomienda a los inversores?
—Nosotros recomendamos salir de la renta variable o cubrir las posiciones con opciones, pero no poner más dinero en acciones y esperar que baje para volver a invertir. En el segundo semestre la Bolsa volverá a subir. Esperamos que el mercado acabe el año a los niveles actuales Una vez caigan los precios, será una excelente oportunidad para invertir en renta variable. Creemos que el S&P, alrededor de 950 puntos, son niveles claves de compra. Los mercados perifíéricos serán los que más suban.
—¿En quíé se basa Saxo Bank para dibujar este escenario tan negativo?
—Según nuestros indicadores, el comportamiento del consumidor europeo está cayendo. No se está consumiendo como se consumía el año pasado o hace dos o tres años; no hay crecimiento económico, el paro sube y tambiíén el precio del petróleo. Y no hay una base de críédito para justificar estas subidas, como es el caso de España, donde hay más de cinco millones de parados. Las únicas empresas que están subiendo son las alemanas.
—¿Cuáles son sus principales apuestas a la hora de comprar renta variable?
—Apostamos por Catlin, Allianz, Lufthansa y entre los españoles, Inditex, Ferrovial, Repsol, Grifols y Arcelor Mittal. Son compañías con buenos fundamentales y una fuerte presencia internacional. Actualmente el sello made in Spain les está penalizando en los mercados internacionales y a corto plazo tienen mucha volatilidad, pero son buenos valores para invertir a largo plazo. Descartamos totalmente los bancos. No sabemos exactamente quíé hay detrás de ellos. Preferimos las aseguradoras. Tienen más visibilidad y menos exposición a la renta variable.
—¿Hay un desajuste entre la valoración de la renta variable y la renta fija?
—El mercado no ha crecido tanto como para justificar subidas del 8% en los bonos corporativos. Las expectativas que tienen los inversores sobre el riesgo han cambiado y tambiíén la forma de entender el mercado de la Renta Fija. Tambiíén han cambiado las correlaciones entre los activos en los mercados. Ahora, el bono tambiíén es un producto de riesgo. Nadie sabe cuál es el riesgo real de los productos. Los inversores quieren protegerse de antemano ante una posible quita de deuda y piden el doble o el triple de los rendimientos, lo que hace que se disparen las primas de riesgo.
—¿Hasta quíé punto las inyecciones masivas de liquidez del Banco Central Europeo están desvirtuando la situación actual de los mercados y de la economía?
—Nosotros creemos que hay que asumir que la situación está mal si queremos un cambio. El problema de estas inyecciones de liquidez es que están enmascarando el efecto real que tiene el impacto de la crisis y retrasando la posibilidad de crear cosas nuevas. No podemos seguir así indefinidamente. Cuanto más se tarde en afrontar la situación actual, la burbuja se va haciendo más grande. En Saxo Bank creemos que es mejor una ruptura y empezar de nuevo.
—¿Cree que existe peligro real de que la burbuja estalle?
—Sí porque no tenemos la capacidad de imprimir dinero como EE.UU. Y no queremos más moneda, sino empleo y expectativas a largo plazo.
—¿Los problemas de deuda de Grecia y Portugal seguirán arrastrándose durante mucho tiempo? ¿Quíé repercusiones tendrá en los mercados?
—La crisis es muy grave. Es imposible que puedan pagar esta deuda y hay que cortar la deuda de esos países. No tienen condiciones para afrontarla. ¿Cómo es posible que Portugal, con crecimientos de menos de 1% para este año, con los problemas estructurales y de consumo pueda conseguir pagar una deuda que sube el 9% al año? Es imposible. Hay que perdonar la deuda se estos países y seguir adelante.
—¿Contempla la posibilidad de que haya más quitas de deuda en los países perifíéricos?
—Existe esa posibilidad, pero la gran duda es la manera en que se puede llevar a cabo. Una forma de hacerlo puede ser a travíés de las clausulas de acción colectiva (CAC), pero en caso de que se extendiera a Portugal, Italia, e incluso a España, estaríamos hablando de billones de euros. Es ridículo pensar que se puede hacer frente a esas cantidades. Hay que tener una solución a largo plazo para esos países. Y la única manera es encontrar unas medidas para perdonar la deuda y que no tenga un impacto muy fuerte sobre los mercados. Tenemos que pensar que, perdonar a Grecia o a Portugal no es muy grave porque son 25 millones de personas. Otra cosas es España porque tendría un impacto muy fuerte sobre el consumo europeo.
—¿España corre el riesgo de necesitar una quita de su deuda?
—No es descabellada la posibilidad de una quita a los acreedores españoles, aunque íésta sería pequeña. En España el clima en la calle no es tan agresivo como en Portugal y creo que las cosas están bastante mejor que en otros países. Si los mercados emergentes, y en particular en Amíérica Latina, continúan creciendo, dentro de tres cuatro años España va a estar en una situación muy buena. La clave es que estos países tienen un consumo interno muy fuerte, están invirtiendo en tecnología e ingeniería y las grandes empresas industriales o cíclicas del Ibex son empresas exportadoras. La ventaja de ser un país grande es que se puede crear más industria, tanto de consumo interno como para la exportación, pero en países pequeños es muy difícil solventar la situación.
—¿La caída de la Bolsa, prevista en los próximos meses puede derivar en un crash tal como han anunciado algunos analistas?
—Creo que no, a no ser que haya algo escondido que desconozcamos. Europa ha dejado de ser la clave del crecimiento mundial y la tendencia en renta variable de las empresas europeas que no sean exportadoras es una caída de los beneficios. Pero los números de las empresas de Estados Unidos, Amíérica Latina y Asia son bastante buenos, en comparación con Europa.