Por... Francisco Velázquez
La presidenta de Brasil aconseja a los líderes empresariales que la mejor defensa contra la fortaleza del real frente al dólar es elevar la inversión privada.
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, se comprometió a reducir los impuestos a las firmas locales para ayudarlas a invertir y competir en un escenario inundado por enormes flujos de dinero que están afectando a la economía, reportó el sábado la revista Veja.
En declaraciones poco despuíés de reunirse con líderes de la industria, Rousseff dijo al semanario en una entrevista de dos horas realizada el jueves que la mejor forma de que Brasil combata la inflación y el lento crecimiento es a travíés de menores impuestos para alentar la inversión privada.
"Hoy (...) me reuní con algunos de los más importantes empresarios brasileños y sostuve un diálogo franco de ideas sobre cómo atacar nuestras distorsiones (económicas) más paralizadoras", dijo la presidenta, cuyo mandato apenas lleva 15 meses.
La gobernante dijo que aconsejó a los líderes empresariales que la mejor defensa contra la fortaleza del real frente al dólar -que ha hecho que las importaciones sean más competitivas y no las exportaciones- era elevar el nivel de las inversiones privadas.
"Ellos se quejaron de que los impuestos en Brasil afectaban las iniciativas e impedían una igualdad competitiva en el escenario mundial", dijo Roussseff. "Yo estoy de acuerdo. Tenemos que reducir nuestra carga tributaria. Y lo vamos a hacer", aseveró.
El Gobierno ha estado preocupado por los efectos que la fortaleza de su moneda está teniendo en los empleos del sector de las manufacturas locales.
Espíritu animal
"Los líderes empresariales deben hacer su parte, aprovechar las oportunidades, tomar riesgos y dejar florecer el 'espíritu animal' del que hablaba (el economista John Maynard) Keynes", dijo Rousseff.
La presidenta desestimó las recientes tensiones entre los partidos que componen la coalición del Gobierno que han llevado a ciertos atrasos en el Congreso y llevaron a un estancamiento en aprobaciones de importantes leyes, como la de la Copa del Mundo o un nuevo Código de Tala de írboles.
Rousseff tambiíén habló sobre su encuentro este mes con la canciller alemana, Angela Merkel.
El encuentro entre las líderes de la sexta y cuarta mayor economía mundial tuvo lugar tras declaraciones de Rousseff en que culpó al "tsunami" de dinero barato proveniente de economías ricas por una "guerra cambiaria" que ha afectado a los mercados emergentes.
"Brasil está en una situación ahora en que podemos decir a los países ricos que no queremos su dinero", dijo a Merkel, según aseguró.
"Cuando el Banco Central Europeo lanza repentinamente 1 billón de euros al mercado, no puede esperar a que los países se sienten tranquilamente mientras que estos recursos simplemente paseen por Brasil y vuelvan más gordos a Europa sin dejar algún beneficio aquí", declaró.
Brasil ha aplicado varios impuestos sobre capital extranjero que entra a los mercados de renta fija y de acciones de Brasil, en in intento por contener el fortalecimiento del real frente al dólar.
El país sudamericano tiene una de las mayores tasas de interíés del mundo, que se ha convertido en un imán para el capital en el mundo desarrollado que busca mejores retornos que las tasas cercanas a cero disponibles en casa.