El profesor de Estructura Económica de la Universidad Ramón Llull, Santiago Niño Becerra, vincula indisolublemente el llamado desempleo juvenil en España al desempleo total en el país, ambos de "espanto". Según cree, sobra gente y la sociedad tiende a "polarizarse entre necesarios y no-necesarios".
Escribe Niño Becerra en La Carta de la Bolsa un artículo en el que afirma que "la salida para reducir las tasas de paro es la caída de la población activa". No hay más, según el economista, a quien no le gusta hablar del tan aireado desempleo juvenil español, que se sitúa en el 49,9%, puesto que el hacerlo ayuda a la desvinculación de estas cifras de las del desempleo general, del 23%, algo que a su modo de ver es un error porque el primer fenómeno es consecuencia directa del segundo.
Niño Becerra explica que las tasas de desempleo en España son tan altas simplemente por el hecho de que "la demanda de trabajo es menor que la oferta de trabajo -de cualquier edad". "El nuevo modelo apunta hacia la optimización creciente en el uso de recursos", afirma. "Como la optimización de los recursos tenderá a infinito, pienso que quienes verdaderamente sean necesarios obtendrán muy elevadas remuneraciones; quienes no lo sean obtendrán meros subsidios de subsistencia que se extenderán toda la vida de la persona".
Así, no cree que bajar los salarios solucione nada y augura una "polarización de la sociedad: los necesarios y los no-necesarios".
Pone de ejemplo el hecho histórico de que entre 1855 y 1910 sobraron en Europa 50 millones de personas, que tuvieron que emigrar a Amíérica. Hoy en día, cree, como "la emigración a Marte" no es factible, se tenderá hacia la "miserización de la población media".