Banco Popular está en pleno proceso de retribuir a sus accionistas. Los inversores que quieran dinero contante y sonante deben vender mañana como muy tarde sus derechos de suscripción.
Santander fue el primero, y le han seguido todos los bancos, salvo Sabadell. Los scrip dividends se han convertido en una fórmula ideal para que la banca limite al máximo la salida de caja y se centre en reforzar sus ratios de capital. Popular anunció tras las últimas pruebas de la Autoridad Bancaria Europea (ABE) que los cuatro dividendos clásicos se podrán cobrar tambiíén en acciones de nueva emisión.
Los scrip dividends consisten en realizar una ampliación de capital con derechos de suscripción para los accionistas, y los derechos pueden canjearse por títulos nuevos (esta es la opción por defecto en caso de que no se comunique nada a la entidad en la que están depositadas las acciones), vendíérselos al banco al precio fijado (que vendría a ser cobrar el dividendo) o venderlos en el mercado.
En el caso de Popular, por cada acción se ha entregado un derecho de suscripción y por cada 77 se repartirá un título nuevo. El precio al que el banco se comprometió a comprar los derechos de suscripción era de 0,04 euros por acción. Pero la posibilidad de vender los derechos a la entidad concluyó el pasado 22 de marzo.
¿Quíé opciones tienen ahora los accionistas? Primera, esperar a recibir las acciones nuevas: una por cada 77. La entrega se realizará de manera automática el próximo 3 de abril y los títulos comenzarán a cotizar, previsiblemente, al día siguiente.
Segunda opción y la única que queda de conseguir dinero en metálico: vender los derechos en el mercado. Hoy han cerrado en los 0,037 euros; es decir, un 7,5% por debajo del precio al que la entidad que preside íngel Ron se comprometió a comprar los derechos.
Fiscalidad y dividendos
Eso sí, en caso de que se opte por vender los derechos en Bolsa, los accionistas deberán tener en cuenta otros factores a la hora de tomar la decisión, como las eventuales comisiones y la fiscalidad.
Si los títulos están depositados en Popular, no habrá comisiones en caso de recibir las acciones nuevas, pero sí si se venden los derechos en Bolsa. En el supuesto de tener las acciones en otra entidad, se abre la puerta a comisiones tanto por venta como por recibir acciones nuevas.
En cuanto a la fiscalidad, si los derechos se venden en mercado, el pago fiscal se aplaza hasta el momento de la venta de las acciones, pues el efecto que tiene la venta es el de rebajar el precio de compra. Por ejemplo, si se adquirieron las acciones a 10 euros y se venden los derechos a 0,1 euros, en el momento de vender las acciones las plusvalías tendrían que calcularse sobre un precio de compra de 9,9 euros (10-0,1 euros).
En caso de optar por las acciones nuevas, la tributación tambiíén se difiere hasta el momento de venta. Si un inversor destinó 1.000 euros a comprar 100 acciones y ahora recibe 10 títulos nuevos, bajará su precio medio de compra desde 10 euros (1.000 euros/100 acciones), hasta 9,09 euros (1.000 euros/110 acciones). Así, a la hora de vender las potenciales plusvalías serán superiores y pagará más a Hacienda.