Nunca en la historia de la bolsa española un debutante ha durado tan poco tiempo en el parquíé. Ocho meses y cinco días despuíés, Banca Cívica termina su periplo como empresa independiente. Seguirá cotizando hasta que la integración con CaixaBank se concrete, pero los 100.000 inversores particulares que compraron en la OPV de julio de 2012 tienen que elegir si venden con fuertes píérdidas o si se integran en CaixaBank, que con la compra se convierte en el tercer grupo financiero español por volumen de activos.
La operación, valorada en 979 millones de euros, es tambiíén la historia de una decepción llena de paradojas. La salida a bolsa que los copresidentes de Cívica, Enrique Goñi y Antonio Pulido, calificaron como “un rotundo íéxito†es 250 días despuíés un gran almacíén de números rojos para los accionistas, entre ellos los 100 inversores institucionales que entraron a regañadientes en el capital. ¿Quíé les espera a partir de ahora?
-Píérdidas latentes del 27%. En cuanto vuelva a cotizar, el precio de Cívica en bolsa se ajustará a los 1,97 euros por acción que paga el grupo preside Isidro Fainíé. La diferencia supone una minusvalía latente del 27% respecto al precio de salida a bolsa. Pero mucho más duro para las accionistas de Cívica es que el precio es tambiíén un 14,7% inferior al cambio medio -2,31 euros- desde que el valor salió a bolsa e incluso inferior al mínimo de 2,09 euros fijado por el banco desde su debut.
-Del mal, ¿el menos? El consuelo para los accionistas de Cívica es que se integran en un gran grupo, con un valor en bolsa de más de 12.000 millones de euros y miembro del Ibex 35. Sin embargo, la evolución bursátil de CaixaBank no ha sido brillante desde que el pasado verano empezó a cotizar en el lugar de Criteria. Los números dicen que desde el 23 de julio de 2011, día en el que empezó a cotizar Cívica, su cotización ha perdido un 18,5%. La de CaixaBank se deja un 27,31% desde los 4,32 hasta los 3,14 euros.
-Dividendos. A los actuales precios de bolsa, la rentabilidad por dividendo de CaixaBank se sitúa alrededor del 7%. Sólo Banco Santander supera este porcentaje entre los bancos del Ibex. Desde su salida a bolsa, el mercado está esperando que el grupo explique cuál va a ser su política de retribución a los accionistas que hasta hoy se mantiene inamovible en los 23,1 cíéntimos por acción que Criteria pagaba antes de ceder su lugar en bolsa al banco.
CaixaBank sigue defendiendo que aún no ha tomado decisión alguna porque quiere asegurarse unos ratios prudentes de recursos propios. Por su parte, Banca Cívica defendió en su salida a bolsa que repartiría un 30% del beneficio en dividendos. En octubre de 2011 pagó su primera derrama de 0,05 euros por acción, lo que suponía una rentabilidad por dividendo del 5%.
-Casi medio millón de particulares. Los accionistas de Cívica que den el salto al capital de Caixabank se encontrarán en el banco del Ibex con menos free float. Las acciones que circulan libremente en bolsa apenas suponen el 20% del capital. Caixabank, que cuenta con 368.000 inversores particulares, cumpliría la vieja aspiración de elevar el peso de los accionistas de a pie en el capital con los 100.000 que aportaría Cívica. Muchos de ellos son empleados del grupo liderado por Caja Navarra y Cajasol: el 84% de sus trabajadores son tambiíén accionistas.
-Una integración dilutiva para Caixabank. La operación tambiíén abre algunas incógnitas para los actuales accionistas del grupo catalán. La operación –basada en un canje de cinco acciones de Caixabank por cada ocho de Cívica- supondrá más acciones en circulación y por lo tanto dilución en tíérminos de beneficios por acción.
Los mayores afectados pueden ser los inversores –todos ellos particulares- que compraron el año pasado 1.500 millones de euros en obligaciones convertibles de CaixaBank. El precio de canje fijo fue establecido en 5,253 euros, un 40% por encima del actual precio en bolsa. En diciembre la mitad de los títulos se convertirán en acciones, mientras que la otra mitad lo harán un año más tarde