Por... Elizabeth Albarrán
La disputa fue entre Li Ruogu, presidente del Exim Bank of China, quien encontró la oposición de Mark Sobel, subsecretario adjunto del Tesoro de EU por acusar a China por lo barato de sus exportaciones.
Un fuerte intercambio entre el presidente de un banco chino de propiedad estatal y un funcionario del Tesoro de Estados Unidos fue el punto culminante de un debate a puertas cerradas en la Organización Mundial del Comercio el martes y miíércoles, dijeron diplomáticos.
Brasil había organizado el llamado "simposio" para llamar la atención sobre las dificultades que pueden surgir cuando grandes movimientos de divisas afectan la competitividad comercial de un país.
Pero la discusión teórica subió de tono en la primera sesión cuando uno de los participantes, Li Ruogu, presidente del Exim Bank of China, encontró la oposición de Mark Sobel, subsecretario adjunto del Tesoro de EU para la política monetaria y financiera internacional.
Varios diplomáticos salieron de la sesión sonriendo por el espectáculo.
El apoyo para China vino del delegado de Venezuela, que argumentó que a los países menos desarrollados con poblaciones en necesidad debería permitírseles ejecutar políticas cambiarias distintas a las de EU, dijeron varios participantes.
"No es ningún secreto que EU está preocupado con las políticas de China y el impacto que íéstas han tenido".
Se espera que la discusión siga en el futuro en la OMC pero hubo pocas señales de cualquier acuerdo sobre lo que representa el problema, y mucho menos quíé hacer al respecto.
Una vez que Brasil consiguió el acuerdo para celebrar el simposio -despuíés de haber desestimado una propuesta para nuevas normas comerciales- diplomáticos habían estado anticipando con ansias el debate, mientras que lo desestimaban públicamente calificándolo como un ejercicio acadíémico.
Mientras algunos lo vieron como una oportunidad para dejar salir el vapor sobre un tema sensible y controvertido, otros lo vieron como un caballo de Troya, ya sea una estratagema de Brasil para llevar los desequilibrios cambiarios bajo la jurisdicción de la OMC, o una nueva manera de EU para acusar a China por lo barato de sus exportaciones.
"Están dejando que otros hagan el trabajo sucio por ellos", dijo un diplomático comercial más temprano este mes cuando se le preguntó por quíé Estados Unidos no fue más elocuente en su apoyo a la iniciativa brasileña.
Pero el embajador de Brasil para la OMC, Roberto Azevedo, ha negado que hubiera alguna agenda oculta y dijo que quería una conversación imparcial acerca de cómo funciona el sistema.
Azevedo dijo que el objetivo no era debatir las causas de los "desajustes" cambiarios o repartir culpa por íéstos, sino examinar si es que el sistema de la OMC podría tener un mecanismo para lidiar con el impacto en el comercio de dichos desajustes.
Pero muchos otros participantes en el simposio querían concentrarse en las causas.
Pero las causas de los desajustes de divisas no son problema de la OMC, dijo el presidente del organismo, Pascal Lamy, en el discurso de apertura del simposio.
Depende de la comunidad internacional, no de la Organización Mundial del Comercio, reformar el sistema monetario y enfrentar los desequilibrios globales, dijo, y añadió que el Fondo Monetario Internacional era el foro adecuado para tal discusión.