Brasil se ha convertido en el próximo gran mercado a conquistar por Abertis, donde se estudian distintas concesiones de autopistas, principalmente en el estado de Minas Gerais. La empresa tambiíén negocia con la Administración chilena inversiones por unos 100 millones en distintas concesiones con el fin de obtener mayor plazo de explotación.
Pendiente de que Estados Unidos supere las elecciones presidenciales del próximo mes de noviembre y clarifique su horizonte político -tras lo que se espera que afloren concursos de infraestructuras-, Abertis está centrando la búsqueda de oportunidades en el sur del continente americano.
La empresa que dirigen Salvador Alemany y Francisco Reyníés está mirando con lupa los procesos de licitación de carreteras que se vienen anunciando en Brasil, donde descarta por el momento la participación en la privatización de los aeropuertos. La concesionaria local CCR o la española OHL, cotizada en la Bolsa de Sí£o Paulo, son los gigantes a batir.
Fuentes cercanas a Abertis aseguran que la empresa está interesada en próximas licitaciones en Estados como el de Minas Gerais, donde se concederá la explotación de distintas carreteras a cambio de su remodelación. En el ADN de Abertis figura la participación en proyectos ya construidos (bronwfield en el argot del sector), pero a falta de otras oportunidades se plantea la alianza con constructores para pujar por activos que deben ser parcialmente remodelados.
Un claro ejemplo es el de su última gran adjudicación, el paquete de autopistas PR-22 y PR-5 de Puerto Rico. La española ganó el concurso con Goldman Sachs comprometiendo un canon inicial de 1.136 millones de dólares (830 millones de euros) y la inversión de 56 millones en los tres primeros años de concesión. Se trata de pavimentar el 25% del trazado, mejorar el sistema de alumbrado y zonas verdes, reemplazar defensas metálicas y modernizar la señalización horizontal y vertical. Abertis tambiíén pondrá en funcionamiento un carril reversible de 11 kilómetros en el acceso a la ciudad de San Juan, esta vez a cargo de los presupuestos públicos.
De vuelta a Brasil, en Minas Gerais la Administración ha puesto en marcha distintos proyectos, entre los que destaca la concesión durante 25 años de la red viaria circundante de la Ciudad Administrativa de Belo Horizonte.
En cuanto a la Agencia Nacional de Transportes Terrestres de Brasil (ANTT), tiene previsto licitar una decena de carreteras federales en operación a lo largo de 2012.
Más plazo de explotación
Abertis capta el 4% de sus ingresos en Chile, donde es uno de los mayores operadores de autopistas y se ha ofrecido al Ministerio de Obras Públicas para invertir en mejoras. La empresa pide compensaciones a cambio y, como ha hecho en Francia o España, suele optar por la extensión de los plazos de concesión.
Abertis declara el 100% de la concesionaria del Elqui, que opera la autopista Los Vilos-La Serena (229 kilómetros) hasta el año 2022. En segundo lugar, controla el 79% en Rutas del Pacífico (131 kilómetros), titular de la autopista que va de Santiago de Chile a Valparaíso y Viña del Mar, y cuyo plazo expira en 2024. Su tercer activo en el país andino es Autopista Central (50%), con 61 kilómetros de concesión en el área de Santiago de Chile hasta el ejercicio 2031. Y su cuarta sociedad es Gesa, a travíés de la que explota Elqui y autopistas de terceras empresas.
Abertis ha calculado inversiones adicionales del entorno de 100 millones de euros en Chile, incluida la implantación del telepeaje en la autopista Santiago-Valparaíso y distintas actuaciones en esa misma concesión dirigidas a reducir los índices de siniestralidad.
La empresa catalana reestructuró su división de autopistas a finales de 2011 con el fin de impulsar su actividad en Amíérica. David Díaz, hasta entonces director general de Estrategia y Desarrollo de Negocio, tomó la dirección de la división de Autopistas Amíérica. Junto a íél se movieron Jordi Graells, director de Abertis Autopistas USA, y Gonzalo Alcalde, quien cambió la dirección de Avasa (concesionaria de la autopista Zaragoza-Bilbao) por las nuevas operaciones en Puerto Rico.
El reto de abrirse paso en Estados Unidos
Abertis busca su primera inversión en EE UU por la costa Este, el área más intensiva en tráfico del país. Florida, Pensilvania, Carolina del Norte y, Nueva Jersey son algunos de sus potenciales mercados. Lo último que ha estado tanteando y ha descartado es la concesión de la autopista I-77, en Carolina del Norte.
El calado de los proyectos pretendidos es de unos 1.500 millones de dólares. La empresa pretende hacerse con dos o tres concesiones estadounidenses a medio plazo.
Abertis cuenta con una primera experiencia en el mapa concesional del estado asociados de Puerto Rico. La inversión supera los 1.000 millones de dólares y la empresa la contempla como un trampolín al mercado estadounidense.
El grupo ya intentó en 2008 hacerse con la mayor privatización conocida en el negocio de las carreteras con la concesión de la Pensilvania Turnpike, por 12.800 millones de dólares. La adjudicación no cristalizó debido al fuerte enfrentamiento político, el calendario legislativo y el azote de la crisis. La empresa tambiíén intentó hacerse con la autopista Indiana Toll Road, que opera Ferrovial, o la Alligator Alley de Florida.
La cifra
100 millones en inversiones adicionales han sido ofrecidos por Abertis para ampliar sus concesiones en Chile.