Los datos son todavía preliminares. Y, sobre todo, no tienen nada que ver con la aparición de los cíélebres ‘brotes verdes’. Pero marcan un escenario distinto al que viene dibujando el Gobierno Rajoy prácticamente desde su constitución. El primer trimestre de 2012, en contra de lo que se ha dicho hasta ahora, no será peor que el cuarto de 2011. La mejora, en todo caso, no se trasladará por ahora al empleo, que es un indicador retrasado de actividad.
¿Quíé quiere decir esto? Pues que la economía difícilmente caerá este año un 1,7%, como ha estimado el Gobierno, sino que, por el contrario, se contraerá bastante menos.
¿Cuánto? Como es lógico, nadie lo sabe con precisión, pero lo que está claro a la luz de los datos del primer trimestre es que el Gobierno está dibujando un escenario bastante peor del real. Probablemente con la intención de mejorarlo a final de año para ganar credibilidad. Una estrategia que ya siguió el primer Gobierno Aznar en 1996, cuando presupuestaba a la baja para ganar confianza. Por aquel entonces, Cristóbal Montoro era secretario de Estado de Economía y Luis de Guindos, director general de Política Económica.
El análisis de coyuntura más fino y completo lo hace Funcas, la Fundación de las cajas de ahorros, y, según sus estimaciones, el deterioro de la actividad general, pese a que se mantiene un tono negativo, se está desacelerando. O dicho en tíérminos más directos: no va a más.
Los datos de Funcas son los siguientes. Por un lado, el indicador sintíético de actividad refleja una caída en enero y febrero “más suave†que en el trimestre anterior en tíérminos intertrimestrales. Igualmente, el indicador de sentimiento económico continúa en niveles muy bajos, aunque superiores a los alcanzados en el cuarto trimestre de 2011. Y en la misma línea, el PMI compuesto -un indicador que refleja la actividad combinada de la industria y de los servicios-muestra que la caída de la actividad “se atenúaâ€, y en todo caso, continúa por encima del nivel del cierre del año pasado.
Tambiíén las ventas interiores deflactadas (sin contar el efecto de los precios) se han estabilizado tras las fuertes caídas del último trimestre de 2011, mientras que el consumo de energía elíéctrica (-1,2%) continúa con “cierta mejoríaâ€. Por último, la relajación de la condiciones monetarias decidida por el BCE -que tarda varios trimestres en trasladarse a la economía real- ha provocado que el ritmo de caída del críédito se haya moderado.
Menos beneficios empresariales
En el lado contrario se encuentran el consumo de gasolinas –que ha descendido a niveles de hace diez años- y los beneficios empresariales, que han vuelto a tasas negativas. Según los resultados de la Central de Balances Trimestral publicados por el Banco de España, la actividad económica de las empresas no financieras se debilitó en el cuarto de 2011, disminuyendo el Valor Añadido Bruto (VAB) nominal un 2,6% en tasa interanual tras la estabilización del trimestre previo. Con esta información, el año 2011 se saldó con una caída media anual del resultado económico bruto del 2,3%, tras el incremento del 6,9% experimentado en 2010.
Detrás de este comportamiento adverso se encuentra la mala evolución del consumo privado, que continúa deteriorándose, mientras que, por el contrario, el indicador sintíético de actividad del sector servicios muestra una “recuperaciónâ€. Al contrario que los bienes de equipo, que reflejan un deterioro significativo y el sector de la construcción, como lo demuestra que el consumo de cemento haya retrocedido en febrero un 32% frente a un año antes. En sentido contrario, el Euribor ha bajado en marzo hasta el 1,499%, lo que favorece la renta disponible de las familias endeudadas.
El consenso de los 17 institutos de coyuntura que colaboran en el Panel de los expertos ha estimado que el PIB caerá este primer trimestre un 0,6%, lo que significa una tasa intertrimestral anualizada del -2,4%. Pero el servicio de estudios del BBVA prevíé ahora una caída del Producto Interior Bruto situada entre un 0,2% y un 0,4%. Es decir, por debajo de lo estimado por el Gobierno en tíérminos anuales. En el cuarto trimestre del año pasado, el PIB intertrimestral retrocedió un 0,3%.
Deutsche Bank, en esta línea, prevíé un descenso de la actividad este año del -1,2%, lo que representa tambiíén un cierta mejoría respecto del 1,7% del que habla el Gobierno, quien suele cargar las tintas en las últimas semanas sobre la situación de la actividad económica. Esta nota de la Seguridad Social lo delata tras anunciar que en febrero el superávit fue equivalente a 5.808 millones de euros.
"El resultado que arroja la ejecución presupuestaria de febrero no debe generar expectativas engañosasâ€, asegura de forma inusual la Seguridad Social en su nota. Reconoce, incluso, que “la realidad es que la recaudación por cotizaciones sociales -el verdadero motor del sistema- cayó en febrero un 4% anual, mientras que los pagos en pensiones contributivas avanzaron un 4,5%â€.
Hasta el cambio de Gobierno, y desde fuentes oficiales, se intentaba hacer una lectura optimista de la realidad; ahora, sin embargo, se advierte que las cosas están peor de lo que dan a entender las cifras. En línea con las negras estimaciones que están haciendo las últimas semanas algunos medios de comunicación (principalmente anglosajones) y servicios de estudios que no atienden los datos más recientes de coyuntura.