Por... ROCíO ARANGO GIRALDO
La economía mundial se está llenando de siglas: Los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) son los 5 países con economías emergentes. Los CIVETS, Colombia, Indonesia, Vietnam, Egipto, Turquía y nuevamente, Sudáfrica. Y los PIGS, los nuevos pobres de la Unión Europea, Portugal, Italia, Grecia y España (por Spain, en inglíés).
Este panorama sugiere un cambio radical en la geopolítica, los referentes internacionales y en las formas de cooperación entre países. Se pasa de la cooperación al desarrollo con grandes flujos de dinero, a esquemas cooperativos a partir de transferencias de conocimientos y buenas prácticas entre países.
Con base en ello, los gobiernos adoptan estrategias de relacionamiento internacional, que les permitan consolidar sus posiciones a partir de sus afinidades culturales, económicas y políticas.
Uno entonces comprende por quíé el país trabaja en un Tratado de Libre Comercio con Israel y Corea del Sur, y mira con detenimiento a las economías de Asia-Pacífico. Por quíé Brasil va detrás de los países de ífrica que hablan portuguíés y que son grandes productores de azúcares y biocombustibles.
Alemania tambiíén está haciendo la tarea. Despuíés de que China los sobrepasó en exportaciones a la Unión Europea, los alemanes se acercan a Brasil, Argentina, Chile, Míéxico y Colombia, a travíés de estrategias como la cooperación científica y cultural.
El pasado viernes estuvo en Proantioquia la directora del Instituto Iberoamericano en Berlín. En el almuerzo con algunos actores representativos del Sistema Regional de Innovación, la directora compartió con los asistentes, el Sistema Alemán de Ciencia, Tecnología e Innovación, con 80 Institutos Max Planck, en todas las áreas del conocimiento.
El Instituto Iberoamericano en Berlín trabaja en la digitalización de todos los documentos sobre política del Siglo XIX en Colombia, aprovechando la tradición científica entre Alemania y Colombia.
Como una característica del sistema universitario alemán, se resalta el alejamiento de la concepción de los programas de doctorado, como algo curricular. A cambio, vincula a los doctorandos a los desarrollos tecnológicos en institutos como Fraunhofer dedicado a la Investigación Aplicada, o en empresas privadas.
Y como el sector privado les paga mejor, la inmensa mayoría de los doctores no se quedan en las universidades sino que se van a la industria. Incluso, algunos de ellos se dedican a la formación de spin off y start up, o empresas a partir de los resultados de sus investigaciones.
De la experiencia alemana, cabe resaltar las inmensas posibilidades de acción para el país y para la región. La movilidad de estudiantes e investigadores es una estrategia que resulta enriquecedora de lado y lado.
La investigación aplicada de Alemania en el campo de la electrónica y el desarrollo de tecnologías verdes, nutre nuestras acciones de generación de Desarrollo Basado en el Conocimiento. Así como nuestra gestión cultural encuentra un escenario de dinamismo, en la experiencia germana en las artes y la cultura.