Hoy es día de reunión de tipos de interíés y, como cada mes, los analistas calientan el ambiente. Como viene siendo habitual en las últimas citas de política monetaria, no se espera que el Banco Central Europeo cambie el precio del dinero, ni para encarecerlo ni para abaratarlo, que desde hace cuatro meses permanece en el 1%. Sin embargo, el debate sobre la posibilidad de que el regulador monetario vaya a comenzar a retirar sus medidas de estímulo a medio plazo cobra fuerza, más tras las declaraciones que han hecho algunos de sus miembros de la línea alemana en prensa.
De hecho, la semana pasada era el francíés Benoit Coeure quiíén insistió en la necesidad de una "salida oportuna de las medidas extraordinarias" y en que la vuelta a "una postura menos acomodaticia -una vez que las condiciones económicas sean fuertes- es esencial". En este sentido, el miembro ejecutivo del consejo del BCE argumentó que los tipos de interíés bajos "puede provocar una excesiva asunción de riesgo, apalancamiento y burbujas en el precio de determinados activos". Además, según Coeure se corre el peligro añadido de que disuada a bancos, compañías y gobiernos de poner en orden sus hojas de balance.
Y es que desde que Mario Draghi dio un golpe de timón en la política monetaria del BCE, tras su llegada al cargo el pasado mes de noviembre, en los peores momentos de la crisis de deuda europea, los mercados han ido a mejor. En su primera reunión bajó tipos de interíés, comenzó a comprar deuda soberana de países perifíéricos, principalmente España e Italia, a manos llenas, en diciembre llevó a cabo la primera mega subasta de liquidez con príéstamos al 1% con vencimiento a 3 años, y en febrero la segunda, para una inyección total de un billón de euros. Desde entonces, la recuperación de los mercados ha sido progresiva, tanto en renta fija, como en variable -salvo en el caso del Ibex 35, que es el único índice europeo que cae en el año-.
Así, la rueda de prensa de mañana va a ser analizada con lupa por los mercados a la caza de cualquier pista que haga pensar que la fiesta se ha acabado. "Esperamos que Draghi confirme que el debate sobre la preparación de la salida es necesario como parte del mensaje de que el BCE ha alcanzado su límite en cuanto al apoyo del sistema", asegura el equipo de análisis de RBS. "No obstante, creemos que va a insistir en que es muy pronto para llevar a cabo la salida y que el debate gira entorno a la preparación de la misma, más que a la ejecución".
De hecho, una interpretación en este sentido puede aumentar aún más el castigo están sufriendo España e Italia. De hecho, ayer el diferencial del bono español y el alemán volvió a tensarse por encima de los 365 puntos básicos, mientras que la bolsa recibió un correctivo del 2,7% que le llevó a mínimos anuales.