Semana clave. Es la percepción generalizada entre los analistas a la vista del Ibex 35 y la escalada incesante del riesgo soberano español. En la jornada de este martes el selectivo español mantuvo las caídas registradas a lo largo de las últimas jornadas desde que el Gobierno presentara los presupuestos. Sin embargo, la de ayer fue la peor y más virulenta de las últimas cuatro sesiones con un retroceso del 2,96% y la prima de riesgo en el nivel más alto de la era Rajoy, en 433 puntos. ¿Dónde está el suelo? Los expertos ven crucial esta semana para definir el futuro del principal índice español.
De la extrema hostilidad del mercado nadie duda a estas alturas, pero el panorama resulta todavía más crudo a la vista de la, más que probable, corrección y consolidación que tomarán los mercados europeos y estadounidense en las próximas semanas. La incertidumbre rodea a los ‘blue chips’ mientras los diferenciales no dan tregua. En resumen, “todo un campo de minas en el momento más delicadoâ€, según precisan los expertos.
“Estamos en una semana clave, en la que si no recuperamos los 7.500 puntos estaremos avocados a medio plazo a ceder hasta la cota de los 6.500â€, apuntan desde XTB trading. Los analistas no confían en rebotes sólidos: “Es cierto que cuando hay una corriente vendedora tan grande se puede pensar que habrá pequeños repuntes, pero la realidad es que para confiar en una recuperación tangible el selectivo debería recuperar a medio plazo los 8.200 puntosâ€.
Desde Renta 4 sitúan el soporte a mantener en esta semana en los 7.600 puntos para tratar de paliar la sangría. “Si no llegamos a esta cota es más que probable que haya una caída significativa en el selectivo de aquí a comienzos del veranoâ€.
La gran mayoría de los analistas coincide a la hora de valorar la importancia de las próximas sesiones de cara a decidir el futuro inmediato del Ibex. El siguiente escalón en el particular descenso que vive el selectivo se situaría en los mínimos alcanzados en marzo de 2009 en 6.807 puntos y, una vez perdida esta cota, ya habría que remontarse hasta niveles de septiembre de 2003. Casi una díécada bursátil perdida en apenas unos meses.