Los 273.000 inversores que en junio del año pasado compraron 1.500 millones de euros en obligaciones subordinadas de Caixabank acumulan una minusvalía latente del 50% apenas diez meses despuíés. El desplome en bolsa del grupo que preside Isidro Fainíé hasta los 2,57 euros deja la cotización a años luz de los 5,253 euros a los que los inversores deberán canjear obligatoriamente la mitad sus obligaciones por acciones el próximo mes de diciembre. El otro 50% se convertirá en acciones un año más tarde.
La operación, que permitió a La Caixa reforzar su solvencia y alcanzar un ‘core capital’ del 11% justo antes de la salida a bolsa del grupo –Caixabank empezó a cotizar en sustitución de Criteria el 1 de julio de 2011- se ha convertido provisionalmente en un saco de píérdidas para los inversores. Todos ellos proceden de la red de oficinas de la entidad catalana, en la que se colocó en exclusiva la emisión.
La entidad recibió peticiones por valor de 1.741 millones de euros, lo que hizo necesario un prorrateo. La inversión mínima fue de 500 euros equivalentes a cinco obligaciones, y la máxima de 100.000 euros.
Aunque las píérdidas teóricas alcanzan ya el 50% de la inversión, los inversores están recibiendo una rentabilidad anual del 7% sobre el nominal que cobran cada trimestre. Ya han cobrado los cupones de septiembre y diciembre del año pasado y el de marzo de 2012, lo que reduce las minusvalías acumuladas hasta hoy.
Como la conversión de las obligaciones es obligatoria, a los inversores sólo les cabe esperar una reacción de la cotización en los largos nueve meses que restan para que se convierta la primera mitad de los títulos. Las expectativas de los analistas dicen que la acción se quedará muy lejos de los 5,253 euros a los que se convertirán las obligaciones. El precio objetivo medio de consenso se sitúa en los 3,57 euros, claramente por encima de la cotización de ayer pero aún así un 32% por debajo del precio de conversión.
CaixaBank ha sufrido un duro castigo en bolsa en las últimas semanas, en las que ha cerrado la integración de Banca Cívica. En el último mes ha perdido un 20,8% de su valor, una cifra sólo superada por Bankinter en ese plazo. Desde que empezó el año los números rojos se amplían hasta el 27,35%. Sólo Bankia baja más en 2012.
El acto de fe de Santander
La situación es muy similar a la que viven los titulares de obligaciones de Banco Santander, que tendrán que canjear obligatoriamente 7.000 millones de euros en acciones el próximo 4 de octubre. Los inversores, que acumulan grandes píérdidas, recibieron el pasado 30 de marzo un mensaje de aliento por parte del presidente del banco, Emilio Botín, que durante la junta de accionistas les pidió que mantengan los títulos del banco tras la conversión porque harán una "muy buena inversión" por las expectativas de revalorización de la acción Santander tan pronto se normalice la economía y por el dividendo.
La única solución que ha ofrecido el banco cántabro a sus accionistas es que puedan convertir sus títulos con antelación, los días 4 de los meses de junio, julio, agosto y septiembre, pero se mantiene la fecha del 4 de octubre como jornada de conversión obligatoria.