La puesta en práctica de programas específicos para reestructurar la deuda de los hogares puede suponer "beneficios significativos" a un relativamente bajo coste fiscal. Ello ayudaría a mitigar el impacto negativo de la morosidad sobre la demanda y el precio de la vivienda, según sugiere el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su informe Perspectivas Económicas Mundiales.
En concreto, los autores del análisis destacan que los problemas inmobiliarios y la recesión tienden a ser "más severos y prolongados" en aquellas economías donde se habían registrado previamente incrementos excesivos del endeudamiento privado, señalando los casos de España, EEUU, Islandia, Irlanda o Reino Unido.
En este sentido, los expertos del FMI subrayan la importancia de las políticas macroeconómicas y de la relajación monetaria a la hora de tejer redes de protección social y de evitar una contracción excesiva de la actividad durante tales crisis.
No obstante, el informe de la institución advierte de que "las políticas macroeconómicas tienen límites", por lo que tras estudiar diferentes casos a lo largo de la historia concluye que las políticas públicas pueden contribuir a evitar contracciones prolongadas de la economía afrontando el problema de la excesiva deuda de los hogares.
Los precedentes
"En particular, programas audaces de reestructuración de la deuda como los aplicados en EEUU en los años 30 o actualmente en Islandia pueden reducir significativamente la carga de la devolución de la deuda y el número de impagos y ejecuciones hipotecarias", apunta la institución.
"Tales medidas pueden así contribuir a evitar bucles autorreforzados de impagos de los hogares, nuevos descensos del precio de la vivienda y contracciones adicionales de la actividad", añade.
Un freno para la economía
En este sentido, Daniel Leigh, uno de los autores del informe no ha dudado en calificar estos niveles de endeudamiento de "freno para el desarrollo de la economía", destacando en el transcurso de una rueda de prensa en Washington que, mientras algunos países como EEUU se ha reducido en cierta medida, otros, particularmente en Europa, no lo han hecho apenas, por lo que la recuperación llevará más años.
No obstante, el informe advierte de que el íéxito de este tipo de programas depende en gran medida de cómo estíén diseñados, ya que unos criterios de aplicación excesivamente restrictivos o la escasez de incentivos pueden limitar su efectividad, mientras que, por contra, una amplitud excesiva puede causar graves efectos colaterales y minar la salud del sistema financiero.
Alerta de crisis peores
Por otro lado, el FMI ha advertido de que las crisis registradas tras la explosión de burbujas inmobiliarias acompañadas de un alto nivel de endeudamiento interno son "más dolorosas y pueden prolongarse hasta cinco años".
El organismo ha indicado que, en el caso de EEUU, es necesario seguir rebajando el nivel de endeudamiento de los hogares, porque es un "freno" para la recuperación. "Es hora de que las familias reciban apoyo de los programas estatales, como antes lo tuvieron los bancos", ha afirmado Leigh.