La banca portuguesa vivió ayer una jornada para el olvido. El anuncio de que Banco Espirito Santo (BES) ampliará capital en 1.000 millones de euros con un descuento del 66,24% sobre el precio de bolsa hundió el valor y arrastró al resto de entidades financieras lusas. Al desplome del 10,54% del BES le acompañó una caída del 6,45% en la cotización del Banco Comercial Portuguíés (BCP) y del 5,7% en Banco Portuguíés de Investimento (BPI).
Esta fuerta caída, que se suma a las cuantiosas píérdidas acumuladas en los últimos meses, tiene un impacto directo en La Caixa y Banco Sabadell. La primera es la dueña del 30,10% de BPI. El tercer grupo español por valor en bolsa tiene contabilizada su participación en 892,5 millones de euros según la memoria de 2010, muy lejos de los alrededor de los 123 millones que vale tras la caída de ayer.
La acción de BPI, cuya capitalización bursátil ha retrocedido hasta los 411 millones de euros afronta la sesión de hoy desde los 0,415 euros, muy cerca ya de los mínimos del pasado mes de noviembre, cuando Fitch rebajó la nota de solvencia hasta bono basura de los bancos portugueses Caixa Geral de Depositos (CGD), Banco Comercial Portuguíés (BCP) y Banco BPI.
La agencia aseguró entonces que las “entidades necesitan fortalecer su capitalización, pero la flexibilidad para hacerlo es cada vez menor, particularmente por el debilitamiento del entorno económico y el probable empeoramiento de los ingresos y de la calidad de los activosâ€
En lo que va de año la acción de BPI pierde un 13,72%, números rojos que se amplían al 65,05% en los doce últimos meses. Algo mayores son las píérdidas de BCP –del 14,7% y del 78% respectivamente-, donde el valor de la participación de Banco Sabadell ha caído hasta los 27,5 millones de euros.
Dotaciones para cubrir píérdidas
El banco que preside Josep Oliú ha tenido que realizar en los últimos años importantes dotaciones para cubrir las píérdidas en el banco luso. La factura se acerca a los 450 millones de euros.
Para los dos bancos españoles, las previsiones son desiguales. Son algo mejores para BCP, a quien los analistas fijan un precio objetivo de de 0,18 euros por acción frente a los 0,11 a los que cerró ayer. Peores expectativas hay para BPI, que subiría hasta los 0,66 euros desde los 0,41 euros actuales.