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Autor Tema: ACS tendrá que bajar su presencia en Iberdrola si no aporta garantí­as extra  (Leído 163 veces)

Eguzki

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ACS se encuentra en una situación muy delicada. Su cotización está registrando los últimos varapalos recibidos, con un nuevo descenso del 3,57% en la jornada de ayer, hasta los 17,5%, el precio al que cotizaba hace siete años.


Pero la principal razón de esta caí­da libre es el retroceso en bolsa de Iberdrola y el hecho de que la constructora tiene que hacer frente a la deuda contraí­da al respecto, porque el aval de la misma es el valor de sus acciones. De ahí­, que ACS estíé abocado a aportar garantí­as y que, según los analistas, íéstas puedan alcanzar los 422 millones.

Credit Suisse apunta que la constructora tendrá que hacer este desembolso por cada píérdida de 0,5 euros en la cotización del grupo que preside Ignacio Sánchez Galán, toda vez que la acción ya está por debajo de los 4 euros (3,9 euros al cierre de ayer). A partir de este valor se encienden las alarmas de las distintas sociedades en las que mantiene su participación de un 18%. El principal problema es que la deuda asociada a Iberdrola (más de 4.962 millones) es en estos momentos mayor que el valor del 18,5% del capital que tiene.

Además, la capitalización de ACS es tan sólo de unos 5.500 millones. Razón por la que la firma ha reducido su precio objetivo de 18 a 13 euros, pero no sólo por las minusvalí­as en Iberdrola, sino tambiíén por las acumuladas en Hochtief, que se acercan a los 1.000 millones. Además, el banco cree que hay una gran potencial de caí­da de estas dos participadas para este año. Credit Suisse afirma que la constructora está expuesta directamente al mercado de renta variable español por su exceso de deuda. A esto se suma que su participada Hochtief no abonará el dividendo a cuenta de 2011, lo que deja un díébil flujo de caja.

Por otro lado, hay que tener en cuenta la complicación para reducir deuda. La venta de activos se ha paralizado y se han trastocado los plazos previstos para deshacerse de sus inversiones en renovables, tras haber disgregado en varios paquetes los activos con el objetivo de colocarlos mejor entre potenciales interesados. Credit Suisse estima que el ratio deuda/ebitda se sitúa en 3,7 veces, pero incluyendo los ingresos por dividendos de Hochtief y los 3.700 millones de deuda neta por los activos puestos a la venta. Para la compañí­a fue un balón de oxí­geno conseguir una prórroga de Natixis y UBS para no tener que pagar los príéstamos por valor de 3.330 millones de euros con los que en su dí­a financió el asalto a Iberdrola. En concreto, suscribió una extensión del equity swap por 2.430 millones en manos de Natixis.

A travíés de dicho contrato, que vencí­a en el primer trimestre de este año, ACS controla el 5% del capital de Iberdrola. Asimismo, llegó a un acuerdo, a travíés de su sociedad Corporate Funding, con UBS para la ampliación del príéstamo de 900 millones por tres años para la financiación de la compra de acciones del grupo elíéctrico. Otro de los riesgos que ven los analistas es la desaleración en la construcción, lo que ha provocado una caí­da del 50% de su cotización en los últimos tres años.

Exposición al sector público
Además, la firma insiste en la debilidad prolongada en ACS por su exposición al sector público en España, algo que le deja en una posición muy floja tras los ajustes presupuestarios de austeridad, sobre todo en el Ministerio de Fomento, más aún si se tiene en cuenta la estimación de un PIB negativo del 1,2% para este año.

El banco recuerda que ACS tiene una participación del 18,6% de forma directa y en derivados, y estima que ha invertido unos 8.500 millones a un precio medio de 7,31 euros por tí­tulo. Una de las obsesiones de ACS en su ascenso en Iberdrola fue reducir el precio medio, en un intento de que sus cuentas no se vieran dañadas. De ahí­ que se propusiera llegar a un 20%, en un momento de cotización de Iberdrola a la baja.

Sin embargo, la constructora no cuenta con un puesto en el consejo de administración, lo que ha derivado en una batalla judicial con la elíéctrica que aún no ha llegado a su fin. Sobre estos aspectos, Credit Suisse considera que no hay sinergias posibles de ACS con la elíéctrica, toda vez que se trata en definitiva de una participación que no lo otorga ningún poder en la gestión. El banco tampoco obvia los movimientos 'estratíégicos' de Iberdrola para poner la zancadilla a ACS en su objetivo de alcanzar la gestión.

Por otro lado, el informe tambiíén lamenta que la constructora haya tenido que deshacerse de parte de sus activos para financiar su desembarco en Iberdrola. Con todo, Credit Suisse estima que habrá una reducción fuerte de su beneficio bruto de explotación en 2012 por contar con menos activos y por la exposición a España, entre otros factores.