Perdidos los 7.500 puntos, los expertos sitúan el nuevo soporte de la bolsa en los mínimos de 2009.
Los inversores de la bolsa española miran de reojo los 6.700 puntos, el mínimo de marzo de 2009 y actual soporte del mercado, tras haber cedido ya el nivel crítico de los 7.500.
La presión de los mercados internacionales ha dejado al selectivo español a tan sólo un 8 por ciento del suelo de hace tres años y con un potencial alcista medio próximo al 34 por ciento. ¿Es momento entonces para estar en bolsa española o, por el contrario, todavía hay riesgo de que sigan las ventas cumpliendo aquello de Sell in May and go away but remember to come back in September (vende en mayo pero vuelve en septiembre)? La valoración del mercado puede invitar a ello, aunque EEUU sigue siendo la principal apuesta de los expertos, pero siempre que se elija muy bien dónde porque todo apunta a que continuarán las caídas.
Las malas perspectivas en el escenario macroeconómico, donde no hay visos de crecimiento, y el mercado de trabajo que no se reactiva, mantienen en alerta a los inversores extranjeros. El Ibex 35 resta más de un 15 por ciento en lo que va de ejercicio y las previsiones de los analistas apuntan a que seguirá cediendo terreno. "Los rebotes vistos esta semana en nuestra bolsa [sólo el del miíércoles se sostuvo al cierre del mercado] no son aún del todo fiables porque el pesimismo sobre nuestro mercado sigue siendo muy alto", explica Miguel íngel Paz, director de unidad de gestión de Unicorp.
La delicada situación de España, que no consigue vender en el exterior la batería de reformas del Gobierno y su capacidad para cumplir el recorte del díéficit público, es el principal argumento de aquellos que se mantienen reacios a invertir en valores con DNI español. Según Capitalia Familiar EAFI no es momento para entrar en bolsa española mientras no se solucionen todos los problemas de fondo del país, como son los altos costes de financiación y el difícil acceso a los mercados. Sin embargo, hay algunas firmas que encuentran por valoración oportunidades en el parquíé. "Recomendaríamos una exposición en bolsa española que alcance como mucho el 20 por ciento [del patrimonio] y en sectores no ligados al ciclo económico", afirman desde Cortal Consors. Amadeus, Dia, Red Elíéctrica, Ebro Foods y Tíécnicas Reunidas (y en menor medida, Inditex y Grifols) son las alternativas que destacan desde la firma, que prefiere no obstante la renta variable estadounidense y japonesa antes que la española. Por su parte, el requerimiento que pone ONEtoONE Capital Partners para aprovechar el momento y tomar poco a poco posiciones es hacerlo en "negocios con ingresos recurrentes y con alta exposición internacional".
Ojo con la relación rentabilidad-riesgo
El insaciable ataque de los bajistas a lo largo de todo el ejercicio ha dejado a la bolsa española con algunas oportunidades de inversión a juzgar por la relación que existe en los valores del selectivo entre la rentabilidad -medida por el potencial alcista estimado por los expertos- y el riesgo -entendido como el margen que presentan hasta caer a mínimos de cinco años-.
Por estos criterios, Sacyr y Acciona serían las compañías más a tener en cuenta porque poseen recorrido de al menos doble dígito y han sobrepasado ya sus mínimos de cinco años, lo que invita a pensar que todos los puntos díébiles de la compañía podrían estar ya recogidos en la acción. En el caso de la primera, el gran castigo que arrastra en bolsa por los problemas corporativos y su exposición a España hace que tenga un potencial alcista superior al 130 por ciento, lo que sitúa su precio objetivo en los 4,68 euros por acción. En principio, el atractivo de Sacyr no sólo se limitaría al recorrido que puede tener en el parquíé al cotizar a 2 euros -ya perdió los 850 millones en capitalización-, sino a que tambiíén haya rebasado su mínimo del último quinquenio. Al mismo tiempo, las perspectivas de beneficios que posee la compañía para el presente ejercicio tambiíén le hacen ganar puntos. Los expertos estiman que deje atrás las píérdidas de 1.600 millones de euros que obtuvo en 2011 y presente un beneficio anual de 110 millones, que irá incrementando en los años posteriores. Sin embargo, Sacyr podría tener más de un quebradero de cabeza con el conflicto abierto en Repsol con su filial YPF al ser uno de los principales accionistas.
Otra de las oportunidades que ofrece la bolsa por la relación rentabilidad-riesgo es Acciona. Al igual que Sacyr posee una recomendación de mantener por parte del consenso de mercado, recogido por FactSet, pero tambiíén es uno de los tres valores del indicador con mayor potencial. El recorrido estimado ronda el 62 por ciento y la cotización de la renovable cayó al cierre semanal por debajo de los mínimos de cinco años.
Pero Acciona no es el único valor del sector de las renovables en el que, según el consenso de analistas, se cumpliría eso de valores que tienen mucho que ganar y poco que perder. Endesa y en menor medida Gamesa podrían recuperar un 45 y 33 por ciento, mientras que sus mínimos de cinco años están a sólo un 0,5 por ciento en el caso de la primera y a un 1,7 por ciento en Gamesa.
Oportunidades, pero con 'peros'
No siempre tener un precio atractivo es sinónimo de íéxito en la inversión, ya que hay que valorar tambiíén el suelo de su cotización o los posibles problemas internos que presente su negocio. Este es el caso de compañías como Abengoa, Ferrovial y ACS.
La renovable es uno de los nueve valores del selectivo español con recomendación de compra por parte del consenso de analista y además cuenta con un potencial alcista superior al 80 por ciento, hasta los 20,3 euros. Sin embargo, sus mínimo de 8,65 euros pueden resultar un problema al estar todavía lejos de sus niveles actuales. Ni más ni menos que un 30 por ciento es lo que separa al título de Abengoa de su suelo de cinco años. Lo mismo le ocurre, aunque de forma más acentuada, a Ferrovial. La compañía presidida por Rafael Del Pino cotiza ahora alrededor de los 8 euros y su suelo está cinco euros más abajo, en los 3,11 euros por acción.
El caso de ACS es distinto. Cierto es que la compañía de infraestructuras presenta un potencial alcista del 53 por ciento, pero su condición de máximo accionista de Iberdrola le repercute negativamente en el parquíé. Su elevada exposición al sector público y su apalancamiento de 3,16 veces (9.150 millones de deuda, frente a los 2.886 millones de euros previstos por los expertos de ebitda) fueron algunas de las razones que Credit Suisse argumentó esta semana para recortarle drásticamente su valoración. Además, la decisión de ACS de cambiar su política de retribución y entregar parte del dividendo en acciones resta atractivo a un valor con una de las rentabilidades más elevadas del principal indicador español.
Precisamente los suculentos dividendos que ofrece nuestra bolsa han sido uno de los grandes reclamos de los inversores, aunque ahora se cuestione la sostenibilidad de alguno de ellos. Las importantes caídas que acumula el parquíé español desde enero han despertado precios atractivos pero tambiíén unas altas rentabilidades por dividendo. Y es que 16 compañías del Ibex 35 ofrecen una retribución por dividendo superior al 5,9 por ciento, que es la rentabilidad que presentan los bonos españoles a diez años. Un listado que podrá tener más miembros teniendo en cuenta que los expertos no ven todavía un rebote en la bolsa y las estadísticas apoyan que enero bajista implica año bajista. Algo que en los últimos diez años se ha cumplido en tres de las cuatro veces en que enero ha cerrado en negativo y que este año, por tanto, podría volver a suceder.
A la banca "ni tocarla"
Si hay una cosa en la que coinciden los expertos consultados por elEconomista es que entre las oportunidades de inversión de la bolsa española no está la banca. "Al sector bancario, ni tocarlo, ya que los problemas de financiación seguirán pesando negativamente sobre sus márgenes limitando su capacidad, a lo que debemos sumar la nueva normativa para cubrir el deterioro de los activos inmobiliarios y las mayores exigencias de capital", concluye Beatriz Franganillo, estratega patrimonial de Capitalia Familiar.
La caída de la actividad bancaria como consecuencia del contexto económico y el riesgo de que la tasa de mora de los bancos siga aumentando lleva a las entidades a buscar rentabilizar el dinero obtenido del Banco Central Europeo (BCE) a travíés de compras de deuda pública. Y es que las numerosas incertidumbres que rodean a los bancos españoles y los rumores desmentidos de un posible rescate siguen pasando factura. "La caída de España o Italia no es una alternativa realista, ya que el BCE y la CE harán uso de cuantos instrumentos sean necesarios para evitarlo", opinan desde Bankinter. Por lo pronto, este viernes se conoció que la banca española pidió al BCE la cifra ríécord de 316.343 millones en marzo (ver página 39).
En estos momentos, el consenso de mercado, recogido por FactSet, fija un potencial del 37 por ciento en el caso de BBVA y del 44 por ciento en Santander, aunque los expertos siguen manteniíéndose cautelosos al considerar que la solución al gran agujero del ladrillo aflorará poco a poco y al estar entre un 20 y un 30 por ciento de esos mínimos.
El caso de la banca de mediana capitalización es antagónico. Su mayor dependencia del negocio nacional le ha hecho más vulnerable en bolsa hasta el punto de que Popular, Sabadell y Bankinter han caído por debajo de los mínimos de cinco años, pero tampoco registran por ello potenciales atractivos. Sabadell, Bankia y Popular están entre los ocho valores con menos recorrido.