"Si se deja de especular, volveremos a pagar los 60 y 80 dólares por barril"
Michael Eckhart, presidente del Consejo Americano de Energía Renovable
En plena vorágine electoral y con los precios del crudo rompiendo los límites de toda lógica, Michael Eckhart, presidente del Consejo Americano de Energía Renovable (ACORE), se muestra optimista y cree que el coste del crudo podría recuperar su normalidad a medio plazo, eso sí, apunta como condición indispensable que se deje a un lado la especulación.
La importancia de las energías renovables es evidente, de hecho, el pasado 18 y 19 de junio Acore organizó el Quinto Fórum Sobre Energía Renovable y Wall Street en el Waldorf Astoria. Pese a que le gustaría ver más compañías estadounidenses desarrollando nuevas tecnologías limpias, reconoce que en Europa, las empresas dedicadas a estos menesteres sacan una ligera ventaja.
¿Quíé piensa usted sobre las grandes compañías extranjeras que intentan desembarcar en EEUU, como es el caso de la española Iberdrola?
Honestamente, mi opinión está divididal, ya que todo el mundo quiere que las compañías de su propio país tengan íéxito. Pero realmente el principal objetivo de Acore es poner las distintas energías renovables en funcionamiento e implantarlas a nivel nacional y cualquier empresa que pueda hacer eso de la forma más eficaz, inteligente y barata será bienvenida. Si Iberdrola o Acciona quieren venir a EEUU a construir granjas eólicas y desarrollar proyectos solares tienen la puerta abierta. Eso sí, de puertas para dentro me gustaría que nosotros tuvieramos la misma capacidad de producir e implantar esas tecnologías.
Empresas tecnológicas como Intel e IBM anunciaban recientemente su intención de emplear energía solar en su producción. ¿Hasta quíé punto está el 'corporate' estadounidense concienciado con el medio ambiente?
Todo hay que verlo con perspectiva. Si tomamos como referencia las últimas dos díécadas, la respuesta es no, pero si hablamos de los próximos 20 años, todas las empresas acabarán utilizando energías limpias. Ahora mismo nos encontramos en el despegue y puedo distinguir dos tipos de compañías que han comenzado a tomar las riendas en este asunto.
Las primeras son las grandes empresas globales, que ya lidian desde hace tiempo con este asunto en otros sitios como Europa o Japón y ya han desarrollado una filosofía al respecto. El segundo tipo de entidades son aquellas que están lideradas por directivos que miran al futuro sin querer proteger el pasado. Dentro del sector petrolero, por ejemplo, gigantes como Exxon Mobil miran al futuro a base de proteger ferozmente el pasado y no permitir la implantación de nuevos tipos de energía, sin embargo, empresas tecnológicas como IBM o Intel miran al futuro con ansias de mejorar y nunca copian su pasado.
Otras compañías que tambiíén fomentan el uso de energías limpias son las grandes minoristas como Home Depot o Wal Mart, cuya preocupación por dar una buena imagen es muy importante.
¿Quíé piensa de la escalada sin límites de los precios del petróleo?
Desafortunadamente, los altos precios del petróleo juegan en nuestra ventaja creando un nuevo marco económico. Nuestras tecnologías se vuelven mucho más competitivas cuando el coste del crudo es mayor.
Mi percepción sobre la situación actual es que nos encontramos ante una combinación de las dinámicas entre la oferta y la demanda, más una especulación enorme dentro del mercado. Estoy seguro de que en el futuro se investigará lo sucedido para esclarecer quíé es lo que realmente ha disparado los precios hasta los niveles de hoy en día porque estos costes no son lógicamente sostenibles por los principios básicos de la oferta y la demanda. Si conseguimos acabar con la especulación existente volveremos a pagar entre 60 y 80dólares por barril, un precio que sigue siendo muy competitivo para la energía renovable.
¿Cuál es el protocolo que lleva a cabo Acore para fomentar las economías renovables en el 'corporate' americano?
Fundamos el consejo hace seis años porque hasta entonces no había ninguna organización que cobijase todos los tipos de energía renovable, al contrario de lo que sucedía en Europa. En el Viejo Continente todo el mundo se refiere al tíérmino "energías renovables", es decir, hablan de pluralidad, sin embargo, en EEUU hablamos de "energía renovable" en singular.
Hasta no hace mucho, la energía eólica, solar, hidraúlica, nuclear y los biocarburos competían entre ellos en lugar de trabajar unidos. Muchos de nuestros miembros han estado en este negocio más de 30 años, por eso tenía sentido proteger a todos los tipos de energías bajo un mismo paraguas.
¿Cree entonces que en EEUU los distintos sectores de energía limpia se han puesto la zancadilla unos a otros?
En el fondo es una competencia natural, que seguirá viíéndose en el futuro básicamente por la forma de desarrollo de todas ellas. Por un lado, el gobierno es el encargado de financiar distintos programas de investigación y desarrollo, con lo que las compañías deben competir entre ellas para saber cuál se llevará los fondos económicos para seguir adelante.
Por otro, hay que tener en cuenta los incentivos gubernamentales dentro del mercado. El gobierno piensa en singular y engloba todo bajo un único presupuesto para todos los sectores. Así, si las compañías eólicas piden 2.000 millones de dólares entre desahogos de impuestos y ayudas en la producción, el dinero disponible para el resto de sectores es sensiblemente menor.
Esto ha fomentado una competencia agresiva en la que cada industria mira para sí mismo y gana la que más representantes tenga en Washington ejerciendo cierto ejercicio de lobby. Creo que particularmente en las políticas públicas debe impulsarse una filosofía en la que todas las energías renovables reciban la misma atención.