La Bolsa española está siendo atacada. El Ibex está a unos 300 puntos de los mínimos de marzo de 2009, cuando cerró en 6.817 puntos. Los analistas advierten que los inversores extranjeros están saliendo en masa de la renta variable española.
¿Quíé pasa hoy en la renta variable española? ¿Hay algún motivo que explique las órdenes de venta masivas que están llevando al Ibex a sus mínimos de 2009? El resto de los parquíés del Viejo Continente tambiíén cae, pero mucho menos que el español. París, Fráncfort y Londres retroceden entre un 0,5% y un 1,5%.
Natalia Aguirre, directora de análisis y estrategia de Renta 4, explica que "estos niveles no son muy comprensibles, llevamos un 20% de caída en lo que va de mes". "Dicen que están saliendo muchos inversores institucionales, pero España tiene que hacer los ajustes para cumplir el díéficit y esto lleva tiempo".
La única buena noticia -la cursiva no es casualidad- está en el volumen de negocio, que no es demasiado elevado para lo que ha estado moviíéndose en las últimas sesiones. A las 14.00 (hora española), se habían negociado unos 1.600 millones de euros; aunque todavía quedan tres horas y media de negociación, la cifra está todavía lejos de la media diaria de 3.273 millones correspondiente a abril.
¿Este tsunami es una oportunidad de entrar? Como siempre, las espirales bajistas son un arma de doble filo si el objetivo es ganar dinero a corto plazo, porque nadie sabe realmente dónde está el suelo. Desde el departamento de análisis de Noesis, apuntan con el dedo al entorno de los 7.100 puntos, el nivel que está poniendo a prueba, como un soporte de último recurso.
Eso sí, desde el punto de vista fundamental, los expertos consultados aseguran que los inversores a medio plazo tienen margen para entrar. "Hay compañías con valor y que tienen poca exposición a España, como Tíécnicas Reunidas, Amadeus, Dia, Ferrovial", señala Natalia Aguirre. "Las elíéctricas tambiíén tienen margen, cuando se conozca la nueva regulación", agrega.
Miguel Paz, de Unicorp Patrimonio, atribuye la fuerte caída del selectivo al efecto dominó generado por Repsol despuíés de que la presidenta de Argentina decretase la nacionalización de su filial YPF. A partir de ese momento el miedo ha desencadenado una oleada de desinversiones en las participaciones que tienen las empresas entre sí porque "las píérdidas que se generan en una de las empresas, repercute en los resultados de la siguiente". La primera en jugar esta baza ha sido ACS que tras el anuncio de ayer hoy ha efectuado la venta del 3,69% de Iberdrola.
A las caídas en el sector energíético se suman las cosechadas por el bancario en Europa, según señala Paz. La publicación de los datos de morosidad de las entidades españolas revela la tasa más elevada en 18 años, contribuye a acelerar el proceso que parece tener una mayor incidencia en el parquíé madrileño por la propia composición del índice en donde la banca, las empresas energíéticas y las de telecomunicaciones tienen un papel protagonista.
"Como colofón a todo esto se encuentra la noticia de que Citigroup ha colocado a Telefónica en la lista de sus valores menos predilectos" indica el analista de Unicorp.