Por... MIKE CORDER
LA HAYA, Holanda -- El gobierno holandíés de minoría estaba el sábado al borde del colapso despuíés de que el legislador Geert Wilders, contrario a la Unión Europea, torpedeó siete semanas de negociaciones sobre un plan de austeridad diciendo que no cedería en exigencias de "dictadores en Bruselas" sobre el presupuesto.
Ahora son casi seguras unas elecciones nacionales nuevas que serán un referendo sobre la relación de Holanda con Europa y con su divisa única, aquejada por múltiples problemas.
Pero antes de que el primer ministro pueda presentar formalmente su renuncia -quizá tan pronto como el lunes- debe consultar con aliados y partidos de oposición sobre cómo implementar un gobierno interino que tendrá que tomar decisiones económicas importantes en las próximas semanas y meses.
"Las elecciones son el siguiente paso lógico", señaló Rutte.
El líder opositor Diederik Sansom, del Partido Laborista, se unió a otros en todo el espectro político para hacer un llamado a elecciones nuevas tan pronto como sea posible.
"Entretanto, nosotros en el Parlamento nos responsabilizaremos de un presupuesto cuidadoso en 2013", agregó.
Las negociaciones sobre las medidas de austeridad comenzaron en marzo, despuíés de que la economía holandesa se hundió en una recesión y varios pronósticos mostraron que el díéficit presupuestario de 2012 llegará a 4,6%, muy por encima del límite de 3% exigido por lineamientos europeos. Políticos holandeses han exigido que Grecia y otras naciones cumplan ese objetivo.
Rutte encabeza el Partido Liberal -a favor de un mercado libre- en una coalición de minoría con los demócratas cristianos y con apoyo externo del Partido Libertad de Wilders, conocido ampliamente por sus opiniones controvertidas contra el islam y contra la Unión Europea, incluidos llamados para que Grecia readopte el dracma como divisa y Holanda abandone el euro.
Rutte dijo que las negociaciones habían avanzado el viernes a fin de entregar un "paquete balanceado" de recortes, pero Wilders las abandonó despuíés de discutir la propuesta con el Partido Libertad.
Maxime Verhagen, líder demócrata cristiano acusó a Wilders de "cobardía política" por negarse a refrendar los recortes, sobre los cuales no se han proporcionado aún detalles.