La SGAE, en peligro: Bruselas desestabiliza su monopolio
Antonio León para el economista
El portavoz de la liberal holandesa Neelie Kroes, comisaria europea de Competencia, confirmó ayer que "quizás antes de que acabe julio", el Ejecutivo comunitario adopte una decisión sobre el expediente que abrió en febrero de 2006 contra el monopolio que disfruta en cada Estado de la UE cada sociedad nacional de gestión de derechos de autor.
Puntualizó que la Comisión Europea apoya el principio de la gestión colectiva de estos derechos. Pero añadió que Bruselas quiere dar a cada creador la posibilidad de elegir la sociedad a la que confía la defensa de sus derechos. Y aseguró que liberalizar el sector y abrirlo a la competencia obligaría a las sociedades de gestión a mejorar sus servicios, y a reducir las tarifas que cobran a sus miembros.
Bruselas lleva años buscando las cosquillas a la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) y al resto de sus homólogas en Europa. En febrero de 2006 les remitió un pliego de cargos en el que las acusaba de una presunta infracción del derecho comunitario, al restringir el libre mercado. No todo el mercado: sólo la explotación de los derechos de autor en la transmisión de música vía internet, satíélite y cable.
Criticas de la Comisión Europea
La Comisión Europea criticaba que los autores estíén obligados a confiar la gestión de sus derechos a la sociedad de su país (la SGAE si son españoles); que los usuarios de- ban obtener las licencias comerciales tambiíén sólo a travíés de la sociedad del país donde la explotan, y que las licencias se limiten a ese país; y que las sociedades existentes se repartan el mercado a travíés de acuerdos que tambiíén impiden la aparición de posibles rivales. En principio, Bruselas parece que se daría por satisfecha decretando el fin de estas trabas al libre mercado, y que no pretende llegar a la imposición de multas millonarias.
Fuentes del Ministerio de Cultura consultadas por elEconomista expresaron ayer su respeto por la independencia de Bruselas y las autoridades nacionales de defensa de la competencia. Pero subrayaron que "si el objetivo es dar un vuelco a un sector que, pese a sus posibles imperfecciones, garantiza la diversidad cultural y la protección de los pequeños autores, deberían hacerlo proponiendo una directiva en cuya negociación los Gobiernos tuvieran voz y voto". Cultura asegura que la música no es sólo una cuestión mercantil, y que las sociedades de autor no deben ser consideradas como meros prestatarios de servicios. Y teme que las medidas de Bruselas desencadenen la concentración del sector.