El FROB valorará el grupo BFA, matriz de Bankia, prácticamente a 'precio cero' para la conversión de los príéstamos concedidos en 2010 en acciones, anunciada anoche por el Banco de España y adelantada el martes por El Confidencial. Dicho de otra forma, el Estado se hará con casi el 100% del capital del banco, lo que le permitirá expulsar del mismo a las siete cajas fundadoras, según fuentes conocedoras de la operación. Asimismo, tendrá el control de Bankia, la filial cotizada a travíés de la que ejerce su negocio financiero, donde posee el 45%.
Esta valoración -para la que se contará con un experto independiente- está en línea con las adoptadas en las nacionalizaciones anteriores (Unnim, CatalunyaCaixa y NovaCaixaGalicia), donde el FROB tomó prácticamente el 100% del capital y dejó con porcentajes marginales a las cajas que habían creado estas entidades. En el caso de BFA, se justifica por el desfase patrimonial que ha detectado el supervisor y que, según algunas fuentes, puede llegar a 20.000 millones.
La nacionalización de Banco Financiero y de Ahorro (BFA) se lleva a cabo mediante la conversión en acciones de los 4.465 millones de euros que la entidad recibió del FROB 1 en forma de preferentes. En un comunicado, el Ministerio de Economía justificó anoche esta medida porque "se considera improbable, a la vista de la situación de la entidad y de su grupo, que la recompra de las participaciones preferentes pueda llevarse a cabo dentro del plazo de 5 años", en cuyo caso el FROB está facultado para convertirlas en capital.
La principal consecuencia de este control absoluto del Estado es que las cajas fundadoras -Caja Madrid, Bancaja, Segovia, ívila, Canarias, Laietana y Rioja- se quedarán sin ningún poder y probablemente sin representación en el consejo. Es más, a partir de ahora tendrán grandes dificultades para financiar su obra social, que en teoría se iba a nutrir de los dividendos de BFA (si tuviera beneficio suficiente para repartir beneficio).
Otra consecuencia será la reducción radical de los consejos de BFA y Bankia, ya que sólo necesitará tener representantes del FROB e independientes. Tal como anunció tambiíén este diario, Josíé Ignacio Goirigolzarri, su nuevo presidente, pretende expulsar de este órgano a todos los representantes políticos y sindicales, cuya presencia ya no se justifica una vez que las cajas que los nombraron salgan del capital.
Finalmente, el Estado controlará tambiíén Bankia, la filial cotizada a travíés de la que ejerce su negocio financiero. Anoche, tanto Economía como Banco de España quisieron dejar claro que la nacionalización se refiere a BFA y no tendrá ningún efecto para los accionistas de Bankia (más allá de la fuerte píérdida que han sufrido en bolsa).
Dado que el nombramiento de Goirigolzarri fue acordado por el Ministerio de Economía, el FROB le dejará las manos libres para gestionar a su antojo en un intento de sanear y devolver a la rentabilidad a la entidad, con el fin de "aprovechar su potencial para continuar jugando un papel primordial en el sector bancario español", tal como sostenía el departamento de Luis de Guindos anoche en su comunicado.
Y ahora, ¿quíé?
A partir de ahora se abre un proceso en el que Gorigolzarri tendrá que presentar al Banco de España planes de reestructuración, viabilidad y mejora del gobierno corporativo. Todavía no se sabe si en esos planes se incluirá una inyección adicional de capital en forma de convertibles contingentes (CoCos), los famosos 7.000 millones anunciados el lunes, o si la solución para Bankia se inscribirá dentro del esquema de 'banco malo' que va a aprobar el Consejo de Ministros el próximo viernes. En su nota, Economía añade que "el Gobierno aportará el capital que sea estrictamente necesario para realizar los saneamientos precisos con el objetivo de llevar a cabo dichos planes".
Más allá, el Estado está obligado a vender la entidad en el plazo más breve posible -como está haciendo actualmente con Banco de Valencia y CatalunyaCaixa- y el mejor precio posible. Dado el enorme tamaño de BFA (318.000 millones en activos), este proceso será muy complicado. Existen varias opciones, como su adjudicación a uno de los tres grandes -Santander, BBVA o La Caixa- o su troceo en varias partes que se vendan por separado.
Sin embargo, varios primeros espadas de la banca española apuestan por que el Estado se mantenga unos años en el capital, proceda a una reducción de su tamaño mediante la venta de negocio y participadas -algo que Goirigolzarri ya tiene en mente- y posteriormente díé salida a su participación. Una posibilidad para ello es fusionar a BFA con Bankia y vender estas acciones en bolsa mediante una OPV.
