Los directivos de la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones (CMT) no están dispuestos a que las tijeras del Gobierno lleguen hasta sus sueldos e indemnizaciones. A travíés de varias argucias legales, estos cargos han conseguido sortear la reforma del Ejecutivo de Mariano Rajoy que reduce a siete días por año, con un máximo de seis mensualidades, la compensación por cese. Y no se trata de la primera vez que estos directivos camuflan sus privilegios con operaciones burocráticas. Desde 2006 han disfrazado su media salarial mezclándola con la de 21 tíécnicos que reciben sueldos inferiores, de modo que la cifra total presentada oficialmente rebaja notablemente sus emolumentos reales.
Como informó ABC, quince de los diecisiete directivos que conformaban la estructura de la CMT han pasado en marzo a encuadrar la categoría de “personales directores y subdirectoresâ€, eludiendo así las nuevas limitaciones salariales impuestas por el Gobierno para los altos cargos del sector público. No obstante, según han informado a El Confidencial fuentes próximas a este organismo, el objetivo de esta maniobra no estaba enfocado principalmente a conservar unos sueldos superiores a 100.000 euros, sino a blindar sus indemnizaciones por cese.
De acuerdo con estas fuentes, los contratos de los directivos fijan 45 días por año trabajado, lo que supone un colchón significativo para quienes llevan más de diez años ejerciendo con remuneraciones de hasta 124.000 euros. Sin embargo, el decreto de medidas urgentes para la reforma laboral prevíé para estos cargos “una indemnización no superior a siete días por año de servicio de la retribución anual en metálico, con un máximo de seis mensualidadesâ€. Un tajo importante que los quince directivos han esquivado con su reconversión a “profesionalesâ€.
La modificación tuvo lugar el 30 de marzo, poco más de un mes despuíés de que el Gobierno aprobara el decreto de la reforma laboral. Según consta este nuevo “reglamento de ríégimen interior†de la CMT, los profesionales de este organismo quedan encuadrados dentro de únicamente dos grupos: “personal directivo†o “resto del personalâ€. La novedad es que en el primero solo quedan dos personas: el secretario y el director general, cuando antes de la reforma existían diecinueve directivos. Diecisiete han dejado esta categoría, pese a que siguen ejerciendo las mismas funciones como responsables de las diferentes áreas del organigrama.
Fuentes oficiales de la CMT consultadas por este diario no pudieron aclarar cuál es el ríégimen de retribuciones o indemnizaciones de estos exdirectivos, y se remitieron a la Ley de Economía Sostenible (LES) como origen del cambio reglamentario. En efecto, el texto por el que ahora se rige este organismo cita el artículo 17.2 de la LES como causa de la desaparición de los diecisiete directivos, pero en realidad este punto se limita a indicar que “corresponde al personal directivo la dirección, organización, impulso y cumplimiento de las funciones encomendadas al área a cuyo frente se encuentre, de acuerdo con las instrucciones emanadas del Consejo y del Presidente del Organismoâ€.
De 65.000 a 124.000 euros
Los salarios de estos profesionales tambiíén permanecen bajo secreto, aunque, según ha podido averiguar este diario, sus remuneraciones van desde los 65.000 a más de 120.000 euros. En concreto, la tabla salarial aprobada el 17 de diciembre de 2009 prevíé un salario base para subdirectores de 65.325,94 euros; y de 81.566,02 para directores. No obstante, gracias a los quince escalones de complementos, un subdirector puede llegar a cobrar 99.257,39 euros, y un director 124.779,06.
Claro que para moderar estos números, y que la fotografía de retribuciones medias ofreciera una cantidad mucho menor, la CMT llevó a cabo una maniobra contraria a la que ahora ha realizado: aumentar el número de supuestos directivos de diecinueve a cuarenta, creando la figura del “predirectivo†para veintiún tíécnicos con salario base de 52.629,12 euros. Así consta en documentos de 2006 y 2008 de los ministerios de Economía e Industria, donde precisamente se autorizan las dotaciones y retribuciones medias para el personal del organismo. Es decir, que la figura de directivo parece cambiar con rapidez, pero siempre en función de necesidades económicas.