El recorte de las primas no es la única amenaza que afronta la industria fotovoltaica española. Y es que las empresas chinas acapararon el año pasado el 60% del mercado mundial de paneles solares, tras desplomar sus precios. Una situación que ha encendido la luz de alarma en el Gobierno de EEUU, al punto que la Administración Obama decidió recientemente imponer aranceles a la entrada de placas procedentes del país asiático. Una senda que la fotovoltaica española defiende abiertamente. “Europa no se debe quedar atrásâ€, aseguraba ayer Juan Laso, uno de los impulsores de la Unión Española Fotovoltaica (Unef), lobby de nuevo cuño presentado ayer para agrupar a todo el sector.
Rocío Hortigí¼ela, presidenta de la asociación, admitía tras la presentación del nuevo foro que el sector hace tiempo que solicitó medidas al Ministerio de Industria ante la invasión china de paneles. Por ahora, sin íéxito. “Lo deseable sería que se tomaran medidas a nivel europeo, pero países como Italia ya establecen barrerasâ€, zanjó. En efecto, el país transalpino incrementa en un 10% la prima a las instalaciones con paneles cuyos componentes procedan en un 60% del mercado europeo. “Incluso existe un sistema de trazabilidad para controlar que placas supuestamente made in Europe no pasen por Taiwan durante parte de la cadena de producciónâ€, añaden fuentes de Unef.
“El modelo italiano es interesante, ya que es incentivador y no restrictivo. No se pueden poner en marcha medidas que limiten el libre comercioâ€, puntualizan estas fuentes. “Alemania tambiíén se lo está planteando, ya que su propia industria se está deslocalizando. En Francia, Sarkozy llevaba en su programa un incentivo a la producción local. Hay incluso modelos que van más allá, fuera de Europa. En Ontario (Canadá) se exige –no se prima- que un 60% de la instalación estíé fabricada allí. En India tiene que ser el cien por cien. Incluso en otras tecnologías con más complejidad logística, como la eólica, estados como Brasil obligan a que parte de los aerogeneradores estíén producidos en el paísâ€, rematan.
El Departamento de Comercio de EEUU anunciaba a finales de marzo la imposición de aranceles a la entrada de paneles solares procedentes de China a partir de julio tras llevar a cabo una investigación anti-dumping. El Gobierno justificaba la medida como una compensación a los subsidios que el Ejecutivo chino concede a las empresas de su país, lo que fomentaría una competencia desleal. En concreto, las autoridades norteamericanas consideraron probado que China concedió ayudas a determinados fabricantes entre el 2,9% y el 4,73% del precio de las placas solares. Hace apenas cinco días incluso se planteaba incrementar esas tasas, al detectar que productores chinos habían vendido unidades con márgenes de entre el 31% y el 250% respecto al precio original.
Sólo primeras marcas chinas
La refriega no es baladí. La diferencia de precios entre los paneles chinos y los europeos es sustancial. “Un panel europeo en el mercado spot te puede costar entre 0,70 y 0,80 euros, mientras que las primeras marcas chinas pueden ofrecíértelo entre 0,60 y 0,70. A priori puede parece que la brecha no es tanta; el problema es que luego hay otras compañías en China que venden mucho más barato. Ahí normalmente el nivel de exigencia lo han puesto los bancos. Si los paneles no son buenos, no resulta fácil sacar adelante la financiación. Te ponen trabasâ€, apuntan fuentes de Unef, que consideran “sangrante†la situación. “Hace tiempo que todos lo hemos detectado y lo hemos dichoâ€, se explicaba Laso.
“Fabricar en el país asiático te da más ventajas que en ningún otro lugar del mundo. Desde exenciones fiscales a la inversión a 30.000 millones en críéditos blandos a los productoresâ€, abundan fuentes del sector. Una acusación de competencia desleal a la que se une el exceso de producción y de stock a nivel mundial en 2011, lo que ha terminado de hundir los precios. “Hasta un 45% solo en 2011â€, revelan estas fuentes. Además, añaden que ese porcentaje de bajada no se corresponde con la curva de aprendizaje de la tecnología, lo que ha provocado una debacle de los márgenes y una fuga de empresas del sector, incapaces de sostener el órdago.
Las diferentes organizaciones fotovoltaicas presentaban ayer una patronal única tras años de disputas e intereses enfrentados. Como telón de fondo, la segunda tanda de medida para atajar el díéficit de tarifa que planea el Ministerio de Industria y que anunciará en las próximas semanas. Unef se dijo dispuesta a asumir un recorte de las primas con condiciones y siempre que sea homogíéneo con las elíéctricas. Todo al tiempo que denunciaba que más de la mitad de las instalaciones podrían estar en default tíécnico tras los últimos cambios regulatorios. España todavía tiene sobre la mesa un duro proceso de arbitraje internacional, despuíés de que 14 fondos de inversión y compañías del sector energíético –sobre todo estadounidenses- presentaran una demanda contra el Estado español por los supuestos recortes retroactivos a las primas fotovoltaicas.