La fusión obliga a mover ficha a la entidad murciana, a Unicaja y a Kutxabank
La fusión de Liberbank e Ibercaja (que engloba a Caja 3) anunciada ayer dará lugar a la síéptima entidad financiera del país, con 114.000 millones en activos y 2.500 oficinas. La operación deja en el aire el futuro de BMN, que tratará de forzar una unión a tres bandas con ellas, y abre la puerta a nuevas operaciones de la mano de Unicaja o Kutxabank.
La resaca de la segunda reforma financiera del Gobierno de Mariano Rajoy, aprobada a comienzos de mayo, sigue modificando el mapa bancario del país. El último decreto no solo ha demostrado las flaquezas de Bankia y puesto contra las cuerdas a otras entidades, sino que ha desecho proyectos matrimoniales y dado a luz a otros. El último movimiento de este tipo lo protagonizaron ayer Ibercaja -que ya se hizo con Caja 3- y Liberbank, cuyos consejos aprobaron la fusión de la que resultará la síéptima entidad financiera del país por volumen de activos, con unos 114.000 millones de euros. El paso implica tambiíén nuevas incertidumbres para BMN, cuyo casamiento con Liberbank se vio truncado por el impacto de los nuevos saneamientos inmobiliarios.
Un baile de parejas en el que el Ministerio de Economía ha ido poniendo la música, en forma de decretos, y ejerciendo de alcahuete, mediante contactos con las entidades. Ya tras la primera reforma financiera, en febrero, el Ejecutivo venía presionando a las cuatro cajas medianas, BMN, Liberbank, Ibercaja y Unicaja, para que cerraran uniones entre ellas bajo su consigna de "menos entidades pero más grandes". En el periodo entre un decreto y el otro, las conversaciones fueron numerosas y a varias bandas. Tras un amago de acercamiento entre Unicaja y BMN, el grupo que dirige Carlos Egea y el que preside Manuel Meníéndez (Liberbank) tenían ya perfilada su unión. La operación, sin embargo, quedó en suspenso al conocerse que Economía exigiría nuevas provisiones, esta vez sobre el críédito sano. El fuerte impacto de la reforma, que exigía 640 millones netos más a BMN y 496 más para Liberbank provocando díéficit de capital en los dos casos, dejó en evidencia que ambas firmas eran las más díébiles del grupo de cuatro. La debacle vivida por Bankia, en paralelo, hizo desaconsejable cualquier paso en falso y el tablero volvió a cambiar.
Es en ese contexto en el que Amado Franco, presidente de Ibercaja, ha acercado posiciones con Meníéndez hasta fraguar la fusión anunciada ayer. Mientras el primero ostentará la presidencia del nuevo grupo, el segundo se convertirá en su consejero delegado. Un orden de fuerzas que se repetirá en el reparto del ente, controlado al 46,5% por Ibercaja (45.000 millones en activos), al 45,5% por Liberbank (53.000 millones) y en un 8% para Caja 3 (20.000). La firma tendrá un volumen de negocio de 181.000 millones, unos 7.000 millones de recursos propios, un capital principal del 10,52% y casi seis millones de clientes.
Aunque la sede central se establecerá en Madrid, la entidad mantendrá los servicios centrales de sus nichos neurálgicos en Asturias y Zaragoza. El grupo, no obstante, sumará 2.500 oficinas en todo el país (tras los ajustes realizados en Caja3) y no sufrirá solapamientos en las grandes áreas de influencia. Si Ibercaja cuenta con 625 oficinas en Aragón, Liberbank solo aporta cinco en dicha comunidad. En Asturias, por contra, es Ibercaja quien cuenta con cinco sucursales que se suman a las 198 de Liberbank. La duplicidad de redes podría ser más preocupante en territorios como Madrid (216 oficinas de Ibercaja y 94 de Liberbank), Castilla La Mancha (80 y 371, respectivamente) y, sobre todo, Extremadura (con 210 y 148).
Ibercaja, con una factura de dotaciones de 432 millones netos tras el último decreto (más 265 millones por Caja 3), partía de una posición de fuerza mayor, con la que pretendía seguir en solitario. Las circunstancias y las presiones de Economía, sin embargo, llevaron a Franco a mantener contactos con Liberbank, pero tambiíén con BMN.
Fuentes de las entidades involucradas en el proceso sostienen que la operación se ha cerrado a dos bandas pero que "no resultaría descartable" la inclusión de BMN en el futuro. Un objetivo por el que la entidad de Egea promete luchar por el bien de sus propios intereses. No será fácil. Ibercaja ya habría cumplido de sobra con Gobierno y supervisores al conformar una entidad que supera los 100.000 millones de euros en activos -barrera sobre la que el Ejecutivo estima más fácil acceder a financiación en los mercados- a costa de asociarse con dos firmas menores, Caja 3 y Liberbank. Mucho tendrían que cuadrar las cuentas para que amplíe su apuesta.
La alternativa de BMN, siguiendo el esquema marcado por el Ejecutivo, sería unirse a Unicaja para crear un grupo aún mayor, que rozaría los 150.000 millones en activos. La mala experiencia anterior y las diferencias entre la dirección de Egea y la que lidera el presidente de la entidad andaluza, Braulio Medel, promete, sin embargo, complicar el matrimonio. Oficialmente, BMN mantiene que podría terminar no fusionándose con nadie, y que su plan sigue pasando por hacerse con Banco de Valencia, intervenida por el Estado y envuelta en un esquema de protección ante píérdidas. El Gobierno, sin embargo, estudia retrasar las subastas ante el miedo que reina en el sector de que las auditoras que están por llegar descubran en dichas entidades nuevos agujeros que provisionar. La situación deja vía libre para una tercera vía, una fusión entre BMN y Kutxabank, que esperaba hacerse con la otra subastada, Catalunya Caixa. Mientras, la música sigue sonando pero el baile se acelera. El calendario del Gobierno marca que las operaciones deben anunciarse antes de finales de junio.
El resto de entidades medianas
-BMN, DEBILIDAD TRAS EL DECRETO
La entidad que preside Carlos Egea tenía prácticamente cerrada su fusión con Liberbank hace unas semanas, pero el segundo decreto del actual Gobierno trastocó sus planes. Ahora podría sumarse a la fusión de Ibercaja y Liberbank en una segunda fase, aunque su futuro queda más abierto.
- UNICAJA, POSICIí“N DE FUERZA
Unicaja es la más solvente de las cajas medianas. El coste de las nuevas provisiones asciende a 888 millones de euros sumándole a Ceiss (Caja España Duero), si bien la absorción de la entidad castellanoleonesa tambiíén le da más plazo para cumplir con el decreto. A ojos de Economía, podría ser buena pareja para la descolgada BMN.
- KUTXABANK ESPERA PUJAR
La fusión de cajas vascas esperaba hacerse con Catalunya Caixa, pero el previsible retraso de la subasta la convierte en otra opción para BMN.