Los inversores le están pasando una dura factura a Solaria por la reformulación, por segunda vez, de las cuentas del año pasado. El nuevo ajuste, que supone pasar de unas píérdidas netas de 41 millones de euros a unas de 96 millones, está provocando una caída de algo más de 10% bolsa, aunque en los peores momentos se ha acercado al 20%.
El valor fue suspendido ayer de cotización cuando la acción perdía un 8,64% hasta los 0,37 euros por título. Hoy, la nueva vuelta de tuerca en bolsa lleva el valor hasta los 0,30 euros, con una píérdida en el año que supera ya el 70%.
En una nota enviada ayer a la CNMV, Solaria explicó que la modificación refleja ajustes en las valoraciones de activos y la adopción de criterios "conservadores y de prudencia", en la negativa situación económica global y del mercado fotovoltaico.
Los nuevos datos que ha formulado empeoran por una disminución de 11 millones de euros en las ventas y un aumento en las amortizaciones y provisiones de 14 millones.
En el primer caso, esto se debe a que Solaria ha eliminado de su facturación la venta de una planta solar, mientras que, en el segundo caso, se debe a que la compañía ha efectuado una provisión por deterioro del valor de sus activos relacionados con la actividad de producción de cíélulas fotovoltaicas.
La empresa ha informado en otro comunicado a la CNMV de que celebrará, previsiblemente en primera convocatoria el próximo 30 de junio, la junta general de accionistas, en la que se votará la aprobación de estas cuentas y resultados de la compañía.