31/05/2012 06:00h
Los accionistas de Bankia lo tienen complicado. Tras la nacionalización y el posterior desplome de la cotización hasta mínimos históricos, la ampliación de capital de 12.000 millones que realizará el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) se hará con un descuento mínimo del 40% sobre el valor en bolsa. Esa rebaja significa que los títulos de Bankia pueden seguir cayendo hasta niveles nunca vistos.
Así lo aseguran fuentes financieras que están trabajando con el Ministerio de Economía y con el FROB para determinar las condiciones de la ampliación de capital que necesita Bankia para evitar la insolvencia. La operación, una vez aprobada por la junta general que se celebrará a finales de mes, pretende ejecutarse a finales de julio si las condiciones del mercado lo permiten.
Para los banqueros, la clave será la fijación del precio de las acciones de nueva emisión y el valor de los derechos, variables con las que se determinará cuál es la proporción necesaria entre títulos viejos y nuevos para acudir a la Oferta Pública de Suscripción (OPS). La colocación se hará con derechos de suscripción preferente, por lo que los accionistas actuales podrán comprar títulos con el descuento incluido.
El precio definitivo se adoptará previsiblemente en función de la media aritmíética de las quince últimas sesiones previas a la venta de las acciones, que desde el anuncio de la dimisión voluntaria de Rodrigo Rato se han hundido un 57%. En cualquier caso, sobre esa media se aplicará una rebaja de al menos el 40%, un descuento similar al que otros bancos, como Sabadell, Espirito Santo y Unicríédito, se han visto obligado a conceder en sus recientes colocaciones de acciones.
El precedente de la entidad catalana es más que preocupante. Los bancos aseguradores de la emisión de casi 1.000 millones, Deutsche Bank y Nomura, le exigieron que los nuevos títulos se vendieran con un descuento del 38%. El precio que se determinó fue de 1,32 euros por acción, nivel que Sabadell llegó a perder durante la sesión de este miíércoles. Por tanto, pese a ese amplío recorte sobre el precio en bolsa con el que se hizo su recapitalización, lo cierto es que los inversores han visto como el valor ha caído cerca de un 40% desde finales de febrero.
Peor ha sido la de Espirito Santo, anunciada a mediados de abril. El banco portuguíés se vio forzado a pedir una inyección de capital de 1.000 millones, que le provocó un desplome en bolsa del 20%. Ayer aún se cambiaba en los mercados un 35% por debajo del valor al que cotizaba antes del anuncio de la ampliación, aunque ligeramente por encima del precio de la operación.
El descuento final ofrecido a los inversores fue del 66%, muy por encima del que se le aplicó a Unicredit a principios de enero cuando pidió al mercado 7.500 millones. El banco italiano tuvo que rebajar su valoración un 43%, hasta los 1,943 euros por acción, en la que ha sido la mayor ampliación de capital desde el rescate de The Royal Bank of Scotland en 2008. El banco trasalpino ha aguantado bien y cotiza ahora un 23% por encima del precio de la ampliación