El pasado 22 de septiembre, el ya expresidente de Gamesa, Jorge Calvet, alertaba en Bilbao de que “todas las empresas del Ibex están en riesgo de OPAâ€. Ya en plena depresión en los mercados españoles, el selectivo cerró aquel día en los 7.830 puntos y la empresa que dirigía valía en bolsa 800 millones de euros. Poco más de ocho meses despuíés, el Ibex se mantiene a duras penas por encima de los 6.000 puntos y el fabricante de aerogeneradores apenas capitaliza 369 millones.
Sólo este año, el Ibex pierde un 29% de su valor. El resultado es que todas sus empresas tienen un valor conjunto de apenas 297.000 millones de euros, 105.000 menos que el 31 de diciembre. Las cifras son desoladoras. El PER –veces en el que el beneficio por acción está contenido en el precio por acción- medio de las grandes empresas españolas se ha desplomado hasta las siete veces y el mercado no reconoce ni siquiera el valor contable de 16 de las 35 empresas del Ibex.
En este escenario, en las compañías empieza a cundir la preocupación y varios empresarios ya se han dirigido al Ministerio de Economía para pedir auxilio. Temen que sus empresas puedan ser opadas a precio de saldo por inversores extranjeros. Sólo como ejemplo, el fondo de pensiones del Gobierno de Noruega – el NBIM, el segundo mayor del mundo- podría comprar hoy 1,5 veces el Ibex con su patrimonio de 465.000 millones de euros.
“Lanzar una OPA no es tan fácil. Muchas empresas están blindadas por su estructura de capital, y otras sin accionistas de control no estarían dispuestas a vender a estos precios. Pero a estos niveles hay un riesgo evidente. El Gobierno debería imitar a Italia y blindar a las compañías estratíégicas, como las de los sectores de defensa, energía, transportes y comunicaciones limitando los derechos de las empresas extranjeras. Al menos hasta que el país recupere la normalidadâ€, asegura un presidente de una de las empresas del Ibex.
El desplome bursátil ha dejado a las grandes empresas españolas en una situación de extrema indefensión. Ya sólo quedan ocho compañías con un valor en bolsa superior a los 10.000 millones de euros, mientras que las que capitalizan menos de 1.000 millones ya alcanzan la decena. “La renta variable no está moviíéndose por fundamentales sino por sentimientos. Los bancos están arrastrando al resto de valores a precios que en algunos casos no está justificadosâ€, asegura Soledad Pellón.
La analista de IG Markets dice que “hay valores muy baratos con fundamentos sólidos, como BBVA, Telefónica o Santander. Otros, a pesar de la fuerte caída que han sufrido no lo están, como Gamesa o Sacyrâ€. Pero, ¿cuál es el riesgo real de se abra una gran carrera de ‘opas’ en la bolsa española?
“No hay tantas posibilidadesâ€, asegura Ignacio Cantos, director de inversiones de atlCapital. “Primero porque no es fácil financiar operaciones tan grandes con la sequía crediticia que hay en Europa. Y segundo, porque muchas empresas del Ibex, como Inditex y las constructoras están blindadas porque tienen un accionista mayoritario. En otros sectores como el elíéctrico hay una gran incertidumbre regulatoria y no parece que pueda haber mucho interíés en los bancosâ€, explica.
Solo seis compañías escapan a la quema
En otros casos, los precios no son un chollo. Hasta seis empresas –Grifols, Amadeus, Tíécnicas Reunidas, Inditex, DIA e IAG- forman el selecto grupo que escapan a las píérdidas en 2012. Sus negocios no dependen en exclusiva de España, no hay riesgo alguno de dilución vía ampliación de capital y sus negocios cumplen con las expectativas.
Por su estructura accionarial, hay pocas empresas que puedan ser atacadas con relativa facilidad. En este grupo están Iberdrola, Repsol –muy tocada en el mercado en los últimos días tras el anuncio de que reducirá su pay out hasta una horquilla situada entre el 40% y el 55%-, Indra, que tras las últimas caídas apenas vale 1.190 millones de euros en bolsa, Bankinter –que no sufre la carga de los activos tóxicos inmobiliarios que lastra a sus competidores- o Acerinox, el valor cíclico por excelencia de la bolsa española.
Fuera del Ibex, compañías como Jazztel o Ence tambiíén podrían estar en el punto de mira de los inversores. Fuera del selectivo, el desplome del valor en bolsa de las compañías es extraordinario. Hasta 61 del mercado continuo valen menos de 100 millones de euros, una cifra testimonial para una empresa cotizada. “Muchas de ellas son el blanco perfecto de 'private equity' que pueden comprar a precios de saldo y excluirlas del mercado para gestionarlas fuera de los focos de la bolsaâ€, aseguran desde un banco de inversión extranjero