El expresidente de Sacyr, Luis del Rivero, ha llevado su vendetta contra La Caixa hasta la Generalitat. El constructor murciano ha presentado una denuncia contra el presidente de CaixaBank, Isidre Fainíé, ante la Oficina Antifraude de Cataluña, organismo público creado por la Administración catalana.
La denuncia acusa a Fainíé de irregularidades en el cobro de su plan de pensiones y finiquito en 2007, cuando dejó de ser director general de La Caixa para pasar a ocupar la presidencia. Fainíé percibió entonces 24 millones de euros por diversos conceptos. Gran parte de este dinero correspondía al fondo de pensiones (llevaba en La Caixa desde 1978, siempre en puestos de alta dirección).
Fuentes de la Oficina Antifraude han asegurado que no pueden desvelar los autores de denuncias anónimas y que tampoco están autorizados a explicar quíé directivo de La Caixa ha sido denunciado. Ahora, la Oficina Antifraude, que ha pedido información a La Caixa sobre los emolumentos de Fainíé, tiene 30 días hábiles para decidir si hay base suficiente para abrir una investigación.
En medios empresariales se asegura que Del Rivero culpa a Fainíé y a La Caixa de haber apoyado al presidente de Repsol, Antoni Brufau, en el pulso que mantenían por controlar Repsol. Asimismo, señalan que la denuncia podría ser una de las represalias que el expresidente de Sacyr podría estar preparando para vengar su salida de la petrolera y la píérdida de la presidencia de Sacyr, la empresa que fundó.
Ya en 2011, el constructor y el presidente de Caixabank mantuvieron un tenso enfrentamiento tras coincidir en un Consejo de Administración de Repsol. Fainíé siempre había intentado hacer de puente entre Brufau y Luis del Rivero, pero acabó decantándose por su antiguo compañero en La Caixa cuando Del Rivero firmó un acuerdo con Pemex a espaldas del resto del consejo de administración.
La actuación de dos accionistas cercanos a Del Rivero en la última Junta de Repsol tambiíén formó parte de esta ofensiva. Representantes del constructor denunciaron en la Junta los acuerdos que firmó la petrolera con el Grupo Petersen (Eskenazi) por considerarlos perjudiciales para la compañía. Estos accionistas advirtieron que solicitarán más información sobre dicha operación a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El precedente de Mata
En medios jurídicos se considera que la denuncia presentada por Del Rivero no prosperará. Entre otros motivos, porque ya hay un precedente muy similar: el del exdirector general de Caixa de Terrassa, Enric Mata.
Mata y otros ocho directivos de Unnim -entidad en cuya fusión participó Caixa Terrassa- cobraron 8 millones de euros cuando salieron de la compañía. La Oficina Antifraude analizó la cuestión y el pasado mes de febrero determinó que los cobros eran legales porque correspondían a los fondos de pensiones acumulados durante díécadas. El mismo caso que ahora afecta a Isidre Fainíé.
La Oficina Antifraude fue creada por la Generalitat cuando gobernaba el Tripartito como un organismo independiente que ha de investigar presuntos casos de corrupción o de malversación de fondos públicos. En caso de encontrar indicios de ilegalidad, debe trasladar el caso a la Fiscalía. CiU, que actualmente gobierna la Generalitat, siempre se opuso a la creación de esta oficina al considerar que sus competencias no están claras.
Su intervención en el caso Fainíé sólo se entiende porque la Generalitat, tradicionalmente, ha asumido la tutela de las cajas de ahorro en Cataluña. Asimismo, los hechos denunciados corresponden a la íépoca en que La Caixa todavía no era un banco, y ocupa el primer puesto de las cajas de ahorros por beneficios y volumen de activos.
