El peor de los escenarios para España, que sería un rescate al estilo Grecia, Irlanda y Portugal con condiciones impuestas desde Bruselas, se aleja y parece que las autoridades europeas empiezan a dar forma a una especie de plan de ayuda a la banca a travíés del fondo de estabilidad. El choque frontal de la semana pasada, con Alemania llevando la voz cantante para variar, está dando paso a un tono más conciliador que impregnando de optimismo los mercados.
La prima de riesgo, que el viernes llegó a tocar los 548 puntos básicos, se relaja y esta mañana ha llegado a marcar mínimos intradía en los 498 puntos básicos. De esta manera, trata de bajarse de los malditos 500 que superó el pasado 28 de mayo cuando se conoció la cifra desorbitada del rescate de Bankia y la falta de solvencia de toda la banca española. Así, la rentabilidad del bono español a diez años da un paso atrás hasta el 6,2%, mientras que el bund sube desde mínimos históricos al 1,26%.
Y mientras el diferencial se estrecha, la bolsa sube con alegría. El Ibex 35 se está beneficiando del cierre de posiciones cortas ante una mejoría de las perspectivas para España y se dispara un 3% por encima de los 6.400 puntos, aunque con escaso volumen. La bolsa española viene siendo la mejor de Europa en las últimas cuatro sesiones, en tanto que el foco de presión se ha trasladado a Alemania, una vez los mercados han descontado completamente el peor de los escenarios para España y los germanos son los principales pagadores de los desmanes de los perifíéricos. Así, el selectivo ya habría recuperado casi toda la caída del la semana pasada.
La incertidumbre parece que se disipa algo y a los mercados parece que les gusta la solución que se está cociendo, aunque a fuego muy lento. Si la semana pasada parecía que el anuncio de la Comisión Europea de inyectar directamente dinero en la banca española a travíés del Mecanismo Europeo de Estabilidad (ESM por sus siglas en ingles) era más papel mojado -una vez superada la euforia inicial se constató que legalmente era imposible-, la idea inicial empieza a tomar forma.
De hecho, la prensa alemana, el país que más trabas está poniendo en todo el proceso, apunta que Bruselas estaría estudiando una línea de críédito preventiva para España a travíés del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera, mientras la canciller alemana, Angela Merkel, se muestra partidaria de crear un mecanismo de supervisión bancaria a escala europea, así como dar más margen de actuación en caso de crisis a las instituciones europeas.
De esta manera, mientras prosiguen las negociaciones entre España y Bruselas para ayudar a la banca, sabiendo que no se va a adoptar ninguna decisión en firme hasta que se sepa el resultado de las auditorías de Oliver Wyman y Roland Berger sobre el sector, previsto para finales de julio, habría una fuente de efectivo de emergencia por si la situación no aguantara hasta entonces, en tanto que Madrid ya ha dicho que se niega a pedir un rescate.
Así, la Comisión Europea presentará hoy sus propuestas para liquidar las entidades sistíémicas con problemas para que sean sus accionistas y acreedores y no los contribuyentes, los que paguen la quiebra del banco. En este sentido, apuestan por la creación de una red europea con fondos de resolución de cada estado miembro