Los fuertes descensos de las cotizadas españolas en bolsa, a priori, han realzado su atractivo, incluso hasta el punto de situarlas en el radar de posibles depredadores. Entre los gigantes del selectivo español, el inversor sólo puede encontrar autíénticas gangas en los precios a los que puede comprar los beneficios que generarán Iberdrola y Telefónica.
Para protegerlas de las operaciones corporativas, el Senado aprobó ayer unas modificaciones propuestas por el Gobierno, sobre todo tras las últimas expropiaciones a Repsol y Red Elíéctrica en Latinoamíérica. La pregunta, difícil de cuantificar, es hasta quíé punto es real este peligro. Lo que sí es tangible es que no todas las grandes empresas del Ibex 35 cotizan a niveles atractivos respecto a sus competidores europeos. O lo que es lo mismo, que no resultan tan apetecibles para un comprador, que puede hacerse con algunas de sus homólogas europeas a mejores precios bursátiles.
Las gangas
Tanto la empresa que preside Ignacio Sánchez Galán como la que dirige Cíésar Alierta cotizan a un PER -el ratio que mide el número de veces que el beneficio está recogido en el precio de la acción- inferior a la media de sus respectivos sectores en Europa, algo que no sucede en el caso de Repsol, ni en los de Banco Santander y BBVA.
Cualquier multinacional interesada en la elíéctrica o la teleco o incluso algún accionista que quiera aprovechar las caídas para tener mayor control de estas compañías, pagará alrededor de un 30% menos por sus beneficios, respecto a los ratios que ofrecen otras competidoras del Viejo Continente.
En ambas compañías hay accionistas de referencia como el fondo soberano de Qatar, que controla un 6,2% de Iberdrola, o la china Unicom, que dispone de más del 1% del capital de Telefónica, que podrían estar interesados en elevar su posición, contando, además, con el beneplácito de las propias empresas.
Niveles más atractivos
Los títulos de Iberdrola se han desplomado un 32% en lo que va de año, por lo que la elíéctrica española ahora vale 19.580 millones de euros en bolsa, casi 9.000 millones menos que a principios de 2012. Su multiplicador de beneficios ronda en estos momentos las 6,9 veces, frente al PER de 10,4 veces al que de media están cotizando en el mercado sus homólogas europeas.
Es decir, que un inversor o accionista actual que quiera comprar pagará hoy un 34% menos por acciones de Iberdrola que por las de sus principales comparables en Europa. Entre las grandes empresas del sector elíéctrico, sólo la italiana Enel ofrece un ratio más atractivo, de 6,5 veces.
En el caso de Telefónica, los bajos precios actuales tambiíén la convierten en un todo un caramelo. La operadora ha llegado a valer menos de 40.000 millones de euros, y tras la caída del 28% que suma desde principios de año, su capitalización se sitúa ahora alrededor de los 43.000 millones. Este valor permite que el inversor sólo tenga que pagar 7,2 veces los beneficios que se esperan para la teleco (5.770 millones de euros, según las previsiones).
Así, ofrece un descuento aproximado del 26% frente a su competencia. Por ejemplo, para comprar títulos de Deutsche Telekom se pagan 11,9 veces y el PER de Vodafone es de 10,3 veces.
Repsol y la banca
Repsol es una de las empresas a las que afectan las modificaciones en el proyecto de Ley de simplificación de las obligaciones de información y documentación de fusiones y escisiones. No sólo la referente a limitar los derechos de voto, tambiíén la que pone freno a posibles operaciones públicas de adquisisión hostiles a empresas expropiadas.
Desde que el Gobierno argentino nacionalizó su exfilial YPF, Repsol ha caído un 28% en bolsa, lo que deja su valor en 15.440 millones. Sin embargo, quien quiera entrar o elevar su participación en la petrolera todavía asumirá un PER superior al de sus competidores. El de la española es de 7,6 veces, frente a la media de 6,6 veces. Por la mayor petrolera europea, Total, se paga un ratio de 6,4 veces.
Pero si hay un sector por el que en la bolsa española aún se ha de desembolsar más dinero por los beneficios futuros es el financiero. Los dos grandes bancos españoles, el Santander y BBVA, cotizan a un PER de 7,3 y 8,3 veces, mientras la media de las grandes entidades europeas se queda en las 5,9 veces. Tampoco logran descuento frente a su competencia si se analiza su valor de balance.