La agencia de calificación crediticia Fitch Ratings ha recortado en tres escalones el rating de España, desde "A" a "BBB" con perspectiva "negativa", debido al coste fiscal que tendrá el proceso de recapitalización del sector bancario, a un empeoramiento de las perspectivas de la economía española y al incremento de la probabilidad de que España necesita ayuda financiera externa.
De esta manera, la calificación de la deuda a largo plazo de España se sitúa a solo dos escalones de la categoría de inversión denominada "bono basura".
En concreto, Fitch estima que el coste fiscal de reestructurar y recapitalizar el sistema bancario español será de alrededor de 60.000 millones de euros, un 6% del PIB, cifra que podría ascender hasta 100.000 millones de euros en los escenarios más adversos,.
En este sentido, señala que la reducida flexibilidad de financiación del Gobierno español está limitando su capacidad para intervenir de forma decisiva en la reestructuración del sector bancario y ha incrementado la probabilidad de que necesite ayuda financiera externa.
Además, prevíé que la economía española se mantenga en recesión en lo que queda de año y en 2013, a diferencia de su anterior previsión en la que auguraba que la economía se beneficiaría de una suave recuperación el próximo año.
Asimismo, tambiíén ha tenido en cuenta en su rebaja que la deuda alcanzará el 95% del PIB en 2015 debido a la recapitalización de la banca, así como el hecho de que el ato nivel de deuda externo se ha convertido en "especialmente vulnerable" al contagio por la crisis de Grecia.