La subasta del próximo día 27 de junio quedará desierta porque todas las ofertas serán a la baja. De Guindos cede a las peticiones de Mas y Feijoó y el Estado se mantendrá tres años en el capital.
El nuevo propietario del banco Catalunya Caixa será... el actual propietario: el Estado, a travíés del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob). Aunque hay una subasta prevista para el próximo día 27 de junio en la que el Banco de España pretendía adjudicar la entidad financiera, lo cierto es que tanto el Ministerio de Economía que dirige Luis de Guindos como las entidades financieras que estaban interesadas en realizar ofertas dan por hecho que el proceso quedará desierto y el Estado continuará siendo el único accionista de Catalunya Caixa. Igual sucederá en con Novagalicia.
De esta forma, el ministro de Economía renuncia definitivamente a la idea de fusionar Catalunya Caixa y Novagalicia con Bankia para crear un nuevo banco público que controlaría más de un 20% del mercado español. La intención no era prescindir de las marcas locales sino mantener redes independientes y fusionar sus servicios centrales para lograr economías de escala y los ahorros imprescindibles para rentabilizar la nueva entidad.
Sin embargo, la presión de los presidentes de Cataluña, Artur Mas, y de Galicia, Alberto Núñez Feijoó, ha hecho su efecto y De Guindos ha cedido. El Estado se mantendrá como accionista de las dos cajas autonómicas durante un plazo de tres años y despuíés, una vez saneadas, podrá retomar el sistema de subasta pública para adjudicarlas.
Obstáculos a la subasta
Las nuevas necesidades de recapitalización y el rescate a la banca por parte de Europa son los principales escollos para subastar las dos entidades. Tanto en el caso de CatalunyaCaixa como en el de Novagalicia, las aportaciones de nuevo capital previstas para cumplir con la última reforma financiera impulsada por el Gobierno supone inyectar 4.500 millones de euros a cada una de las dos entidades.
Hasta ahora la falta de recursos por parte del Estado había mantenido alguna posibilidad para que las adjudicaciones se celebraran finalmente, pero el rescate al sector hace más que improbable que puedan colocarse a terceros. El Gobierno ya dispone de recursos para capitalizarla de una manera más asequible. Los interesados solicitan ayudas superiores a las que en principio tienen sus balances.
Un tercer obstáculo, no menos importante, es la falta de dinero del Banco de España para otorgar al futuro propietario de Catalunya Caixa un sistema de protección de activos similar al que obtuvieron Banco Sabadell y BBVA cuando se adjudicaron mediante el mismo míétodo de subasta la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) y Unnim respectivamente.
Fuentes de alguna de estas entidades candidatas a quedarse con Catalunya Caixa consideran que el principal obstáculo es "más lo que puede venir que lo que ya conocemos", en referencia a los resultados de las auditorías que están realizando auditores externos de la banca española y, sobre todo, la "nueva reforma financiera, que posiblemente se producirá una vez conocidos los resultados de las auditorías".
Pese al más que previsible fracaso de la subasta pública, la semana pasada directivos de los bancos interesados en Catalunya Caixa mantuvieron contactos informativos formales con el presidente de la entidad, Adolf Todó. Uno de los que asistieron a esta ronda informativa fue el consejero delegado de Banco Sabadell, Jaume Guardiola, ya que la entidad que dirige lleva años intentando comprar o fusionarse con Catalunya Caixa. Tambiíén asistieron directivos de Banco Santander, Banco Popular y Kutxabank.
Pacto con la Generalitat
De Guindos aseguró durante las últimas jornadas del Círculo de Economía en Sitges (Barcelona) que Catalunya Caixa era "una magnifica franquicia financiera" y aseguró su continuidad como marca sin garantizar expresamente su independencía. Sin embargo, en las mismas jornadas el presidente de la Generalitat catalana, Artur Mas, puso el grito en el cielo y, tambiíén en público, aseguró que "no se puede premiar con una fusión a la entidad que peor lo ha hecho", en referencia a Bankia y al gobierno de la Comunidad de Madrid que preside Esperanza Aguirre y controlaba la asamblea de Cajamadrid, la principal caja dentro de Bankia.
La semana pasada las negociaciones entre De Guindos y la Generalitat (en las que intervino el portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida) llegaron a buen puerto.
El compromiso de De Guindos con Artur Mas es que el Estado recapitalice la entidad (con los 4.500 millones de euros ya anunciados, más la cantidad que sea necesaria tras las auditorías externas que se están realizando a la banca.