El presidente del Banco Popular, íngel Ron, ha asegurado hoy que el críédito concedido el sábado a España para sanear su sistema financiero, al que la entidad no tiene previsto acudir, debería dar "tranquilidad a los mercados, a los depositantes y a los accionistas".
En su discurso ante la Junta General de Accionistas, Ron dejó entrever, sin decirlo explícitamente, que la entidad que preside no va a solicitar estas ayudas, que podrán ascender hasta 100.000 millones de euros y que se inyectarán en la banca a travíés del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).
"El Gobierno centra las principales necesidades de capital en un 30 % del sector financiero, que ya ha recibido ayudas públicas", dijo Ron, para quien se debería "haber empezado el proceso por esto, sin contaminar a las entidades sanas".
"Ahora lo que pedimos es que se acabe cuanto antes con la incertidumbre generada por la valoración independiente", en alusión a los informes que deberán presentar en breve las consultoras Oliver Wyman y Roland Berger.