La ‘operación rescate’ de la banca española tiene, en realidad, un objetivo último: salvar a la banca extranjera. El Fondo Monetario Internacional (FMI) incluye en su reciente informe sobre las entidades españolas un gráfico que revela una cifra elocuente y, en verdad, descubre la naturaleza del rescate.
La exposición de la banca extranjera a España roza ya una cifra colosal: 1,2 billones de euros. Lo sorprendente no es sólo la cantidad. Tambiíén su evolución, que no ha dejado de crecer en los últimos años. Cerca de un 20% desde 2007, primer año de la crisis.
La banca norteamericana e inglesa es, de largo, la más expuesta a España. En el primer caso, con unos 300.000 millones de euros, y en el segundo con unos 200.000 millones, lo que supone algo más del 40% de la exposición total.
Las cifras son superiores a las que registró el Banco de Pagos Internacional (BIS, por sus siglas en inglíés) en marzo del año pasado, que estimaba que la exposición a España por parte de bancos de EEUU ascendía a 187.500 millones, mientras que en el caso británico era de 152.400 millones. Y para hacerse una idea de lo que representan, hay que tener en cuenta que suponen cuatro veces la exposición a Grecia por parte de la banca internacional.
Ese informe del BIS precisaba que del total de la exposición, algo más de la cuarta parte, correspondía a príéstamos concedidos a la banca. En concreto, 269.700 millones de euros, lo que refleja la importancia de no dejarla caer.
Entonces, la banca alemana, con 85.800 millones, y la francesa, 55.800 millones, eran las más expuestas a los problemas de la banca española, lo que puede explicar las presiones que ha recibido Rajoy para que aceptara el rescate bancario-el Gobierno lo ha 'vendido' justamente al revíés-, que cubriría -en caso de llegar al máximo de 100.000 millones- cerca de una tercera parte del riesgo.
La preocupación crece en EEUU
La inquietud se ha extendido al presidente Obama, que en las últimas semanas se ha mostrado muy activo para resolver los problemas de las entidades financieras españolas. Sin duda, presinado por la banca estadounidense, que ha trasladado su precupación a la embajada en Madrid, como ha manifestado el embajador. Alan D. Solomont, en algunos encuentros en privado con representantes de la vida económica española.
El informe del FMI pone, igualmente, de manifiesto el alto grado de exposición de Brasil, Míéxico y Portugal a lo que ocurra en España: algo más de 250.000 millones de euros en conjunto.
La deuda, de hecho, es un problema cada vez más acuciante de la economía española, y según el Fondo Monetario seguirá creciendo de forma relevante en los próximos años.
Hasta el punto de que en 2017 se situará ya en el 91,9% del Producto Interior Bruto (PIB), sin contar la inyección de liquidez que recibirá el Estado para sanear el sistema financiero. Al menos, y en ese escenario -la Posición de Inversión Internacional de España –la deuda exterior neta- irá bajando, hasta representar el 84,2% del PIB en cinco años, diez puntos menos que en el momento álgido de la crisis.