A diferencia de lo que ocurre en la intervención de Bankia, el Ministerio de Economía quiere llegar hasta las últimas consecuencias por la nacionalización de Banco de Valencia. Además de querellarse contra el consejo de administración y el equipo directivo de la filial de Bancaja, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) va a hacer hincapiíé en la supuesta complicidad de Deloitte.
Como adelantó ayer El Confidencial, la querella del organismo dependiente del Banco de España se basa en un informe pericial encargado a KPMG según el cual hay indicios de delito en dos casos muy concretos. El primero es la compraventa de Aguas de Valencia por parte de Eugenio Calabuig y, el segundo, la financiación concedida y posterior adquisición de una inmobiliaria -Costa Bellver- con sede en la ciudad del Turia, tambiíén propiedad de la familia Calabuig.
La operación de Aguas de Valencia es la que, a juicio del FROB, pone de manifiesto la deficiente labor de auditoria de Deloitte. Según el informe de KPMG que Economía ha presentado en el juzgado número 3 de Valencia, no se entiende cómo esta firma no detectó las transacciones sospechosas entre partes vinculadas, ya que Banco de Valencia y Calabuig eran accionistas mayoritario de la empresa de servicios, al tiempo que el empresario estaba sentado en el consejo de la entidad financiera.
Las sospechas del FROB sobre el trabajo de Deloitte se basan en que esta sociedad era la que auditaba al mismo tiempo a Aguas de Valencia y al banco propiedad de Bancaja en un principio, y de Bankia posteriormente tras su integración con Caja Madrid. Por si fuera poco, el socio de Deloitte que firmaba las cuentas de la compañía hídrica y de Banco de Valencia era el mismo, Miguel Monferrer, uno de los directivos de la consultora
Monferrer contrastó y dio por buenas las explicaciones del consejo de administración de Aguas de Valencia desde 2003 hasta que fue excluida de bolsa en 2009. Tambiíén consideró adecuados los balances del grupo financiero desde que se encargó de auditarlos a partir de 2005. Es decir, revisó los números de las dos sociedades durante seis años. Tan solo puso salvedades a la primera cuando reemplazó en la labor de auditoria a Arthur Andersen en 2002.
En el FROB están sorprendidos negativamente de que Monferrer no advirtiese las operaciones cruzadas de Banco de Valencia con Aguas de Valencia. Porque la institución dirigida por Domingo Parra durante quince años financió a Eugenio Calabuig para que comprase la empresa de aguas participada tambiíén por la filial de Bancaja. El empresario, tambiíén consejero de Banco de Valencia, nunca devolvió el príéstamo, que finalmente tuvo que ser canjeado por activos inmobiliarios de dudoso valor. Los administradores del FROB consideran que Parra y Calabuig provocaron un daño patrimonial al banco con la connivencia del auditor.
Deloitte ha estado en el centro de la políémica desde que la firma se negó a firmar las cuentas de Bankia antes del finalizar el plazo legal para que el grupo presentase en el Banco de España y en la CNMV los estados contables al cierre de 2011. La auditora, que se encargó en su día de validar el balance de Bankia como previo paso a su salida a bolsa, ha sido acuitada de ser poco diligente en su labor de supervisión
Segunda querella
En el escrito remitido al juzgado de instrucción número 3 de Valencia y firmado por el FROB con fecha 5 de junio, el organismo informa de que sus administradores detectaron posibles delitos que deben ser conocidos por la Audiencia "por su naturaleza y número de posibles afectados, condición de cotizada del Banco de Valencia y repercusión en la economía nacional". Ante la existencia de indicios de actuaciones irregulares en la entidad, las personas designadas por el FROB para ejercer las funciones que le corresponden como administrador provisional solicitaron una investigación independiente que culminó en un informe pericial que refleja actuaciones que podrían ser constitutivas de delito, indica.
Esta será la segunda querella contra los gestores de Banco de Valencia y contra Deloitte. En febrero, un grupo de pequeños accionistas, agrupados en la asociación denominada Apabankval, ya fue al juzgado a denunciar lo que consideran una mala gestión de las empresas participadas en favor de terceras personas. Además, argumentan que algunas de las irregularidades detectadas ahora por el Frob ya las habían denunciado ellos por escrito y se las habían comunicado a los miembros del consejo tras varias juntas de accionistas, sin que hubieran tenido respuesta.
El Banco de España intervino entidad valenciana el pasado 21 de noviembre. al detectar un díéficit de capital de más de 600 millones. Para equilibrar su situación patrimonial inyectó 1.000 millones de euros de capital en Banco de Valencia y le concedió una línea de liquidez de otros 2.000 millones